Es verdad que el Lander de Turingia en Alemania es pequeño y no representa a toda la población alemana. El país teutón tiene cerca de ochenta y cinco millones de habitantes y Turingia no llega a los tres. Pero no deja de llamar la atención que en ese Lander es donde la extrema derecha de AfD es la que se ha impuesto en las elecciones estatales.

La victoria de la derecha radical no es reveladora en términos de población, pero es un síntoma más. No podemos olvidar que Alemania no termina de despertar de la pesadilla que vivió durante los años treinta con el nazismo. Sigue teniendo una herida que sigue sangrando y no sólo Alemania, toda Europa. Lo que se vivió en aquel entonces fue una auténtica salvajada.

Alemania se muestra avergonzada por la victoria de la radicalidad de la extrema derecha. La mayoría de los ciudadanos alemanes hace ya años que superaron la deriva radical

El resultado de Turingia no hace más que verificar una situación que cada vez es más efervescente en el Viejo Continente y que preocupa. El auge del radicalismo de derechas es palpable. En Italia Georgia Meloni tiene unos tips dictatoriales relevantes. Lo mismo ha ocurrido en Hungría desde hace más de diez años. Polonia sigue ese sendero.

En Francia la extrema derecha estuvo a punto de obtener el poder hace poco. En España el partido VOX tiene cada vez más fuerza; tanta que es necesario para poder gobernar en algunas comunidades autónomas. Bélgica y Holanda siguen el mismo camino.

¿Estamos yendo hacia un resurgimiento de lo que ocurrió en Alemania en los años treinta?

No podemos caer en los mismos errores históricos. Luego el resultado es letal.

 

      @pelaez_alberto