Mariana intentó suicidarse durante la pandemia de Covid-19, pero no lo logró gracias a la respuesta oportuna de su familia. La joven de 30 años tiene en la cara una cicatriz que le recuerda la vez que falló en su intento de quitarse la vida.
En 2021, calculó la dosis de pastillas que necesitaba, el horario en el que estaba sola y dejó una carta en la que pidió que se respetara su decisión y la dejaran morir si la encontraban.
Sin embargo, su mamá regresó antes de lo programado y la encontró desvanecida en su cuarto, donde estaba desvanecida.
Los cuerpos de emergencia la estabilizaron y trasladaron a terapia intensiva, donde estuvo más de dos semanas entubada. Al salir del hospital reforzó su terapia psicológica y psiquiátrica para superar la depresión que sufría.
Mariana relató que enfrentarse de nuevo a la vida fue muy complicado, a la par de que se fracturó la relación que tenía con su familia, pues se sintieron traicionados porque no les pidió ayuda.
La joven reconoció que intentó suicidarse porque perdió el sentido de la vida y tenía dos años sin trabajo. A pesar de construir una vida estable, sabe que si la depresión regresa, las ideas suicidas también.
MULTIFACTORIALES, LAS CAUSAS
Las causas que detonan un suicidio pueden ser multifactoriales, desde un trastorno mental no tratado hasta una herencia genética, señaló la psiquiatra Alejandra Trujillo Rodríguez.
En esta entrevista para 24 HORAS Puebla, la especialista informó que existe un gran estigma alrededor del suicidio que provoca la recepción tardía de ayuda psicológica.
Señaló que aunque los suicidas dan señales, nadie puede anticipar si el intento se puede concretar. “Las personas con idea suicida casi siempre avisan, los síntomas son visibles la mayoría de las veces; sin embargo, les cuesta pedir ayuda por todos los estigmas que hay alrededor, que creen que los van a juzgar o no sentirán apoyados”, aseveró.
Trujillo Rodríguez señaló que estos hechos están casi siempre ligados a dos trastornos mentales: bipolaridad y depresión y que los hombres presentan mayor tendencia a las ideas suicidas; el trabajo y los ingresos económicos los principales detonantes.