En medio de la compleja situación política de Venezuela, la lideresa opositora, María Corina Machado, reafirmó su postura de permanecer en el país tras el exilio de su candidato presidencial, Edmundo González Urrutia, quien llegó a España el domingo. La salida de González, de 75 años, se produjo luego de que una orden de captura fuera emitida en su contra por el gobierno de Nicolás Maduro, tras las elecciones del 28 de julio, en las que la oposición reivindicó su victoria.
Desde la clandestinidad, en un evento virtual, Machado destacó su determinación de continuar luchando en Venezuela. “He decidido permanecer aquí y acompañar la lucha, mientras Edmundo lo hace desde afuera”, afirmó. La opositora dejó claro que, a pesar del exilio de González, su legitimidad como presidente electo, según sus palabras, “no se ve comprometida”.
El exilio de González llega en un momento crítico, ya que el político había mantenido un perfil bajo desde las elecciones y pasó tiempo refugiado en embajadas europeas antes de su partida a España. En una carta publicada en X desde Madrid, el opositor llamó al “diálogo como el único camino viable para resolver la crisis venezolana”, evitando en su misiva cualquier acusación directa de fraude contra el gobierno de Maduro.
La llegada de González a España fue recibida con cautela por el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, quien aseguró que la acogida del político no modifica la postura de Madrid hacia el conflicto venezolano. Sin embargo, la oposición conservadora en España criticó la falta de reconocimiento oficial por parte del gobierno hacia la victoria de González, exigiendo un pronunciamiento más claro.
Por su parte, Machado convocó una manifestación en Madrid para defender lo que considera el mandato legítimo del 28 de julio, con el respaldo de la diáspora venezolana, que supera los 280 mil residentes en España.
La partida de González Urrutia fue calificada por el gobierno de Maduro como “voluntaria”. En palabras del ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, el exilio del opositor fue “relajado”, restando importancia a la gravedad de la situación. Sin embargo, la decisión de González refleja el creciente peligro que enfrentan los líderes opositores en Venezuela.