Polarización. Pese a las protestas en ambas sedes del Senado, la reforma fue aprobada con 86 votos a favor y 41 en contra.
Foto: Miguel Martínez Corona | Polarización. Pese a las protestas en ambas sedes del Senado, la reforma fue aprobada con 86 votos a favor y 41 en contra.  

La reforma al Poder Judicial que establece la elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular, fue aprobada ayer en la noche, en lo general, por el Senado de la República con 86 votos a favor y 41 en contra; por lo que ni la toma del recinto Legislativo de Reforma ni el obligado cambio de sede, logró detenerla.

“La reforma sí va”, gritaban en el Pleno los senadores de Morena cuando Miguel Ángel Yunes Linares, senador suplente y padre del senador Miguel Ángel Yunes Márquez llegaba, escoltado por morenistas, al salón de sesiones; sin embargo, las risas cambiaron cuando trabajadores del Poder Judicial y estudiantes de Derecho tomaron, por la fuerza, el salón de Plenos del Senado.

Ayer, por primera vez en la historia del Senado, civiles lograron traspasar todos los cercos de seguridad montados por elementos de seguridad pública en las calles alrededor del recinto legislativo y las cadenas colocadas en las puertas por elementos de resguardo y al grito de “el Poder Judicial no va a caer, no va a caer”, entraron por las principales escalinatas, al patio del Federalismo, a los palcos y al salón de sesiones.

Pese a la resistencia del personal de Resguardo y de Protección Civil, la irrupción de manifestantes, conformados principalmente por trabajadores del Poder Judicial y de estudiantes de Derecho, no pudo ser detenida, rompiendo puertas de cristal y de madera hasta llegar al Salón de Plenos.

Incluso, en la irrupción, un joven sufrió un desmayo al caer al suelo entre la presión de los manifestantes para entrar al Pleno y la resistencia del personal del Senado, siendo atendido por Protección Civil.

Esta protesta hizo salir de forma apresurada a los senadores oficialistas por las puertas alternas del salón, antes de que los manifestantes consiguieran llegar hasta la tribuna, siendo recibidos por los senadores de oposición, correspondientes a las bancadas del PRI, PAN y MC.

Esto obligó a que el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, suspendiera formalmente la sesión y convocara a los legisladores a acudir a la Antigua Sede de Xicoténcatl para continuar con la discusión de la reforma al Poder Judicial.

“He dado instrucciones para que servicios parlamentarios convoque a la reanudación de la sesión a las siete de la noche en la antigua sede del Senado de la República , conocida como la Casona de Xicoténcatl. Habrá reforma al poder judicial”, publicó en sus redes sociales.

La sede de Xicoténcatl fue blindada con cercos de policías antimotines, que por momentos impidieron la entrada a los propios senadores, como ocurrió con el caso de los priistas, que llegaron todos juntos a bordo de una camioneta directo a discutir con los agentes para que los dejaran pasar.

Además, camino al Senado, el legislador Luis Donaldo Colosio Riojas fue atacado con gasolina, la cual le dañó los ojos, según narró.

Ya en la sede de Xicoténcatl, el senador del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, que por la mañana había sido sustituido por su padre, supuestamente por un padecimiento que le aquejaba, reapareció con una sonrisa al ser recibido por senadores de la Cuarta Transformación, consumando con su apoyo los votos necesarios para darle mayoría calificada a la reforma judicial.

Y efectivamente, ya en la tribuna, anunció que votaría a favor de la iniciativa pese a pertenecer a la bancada panista, con lo que Morena y aliados obtuvieron los votos necesarios para aprobar dichos cambios constitucionales con mayoría calificada. 

Los posicionamientos a favor y en contra continuaron, hasta que al finalizar el de la bancada del PAN, en voz de su coordinadora, Guadalupe Murguía, los senadores del blanquiazul, del PRI y de MC tomaron la tribuna, reclamando, además, la ausencia del senador de MC, Daniel Barreda, quien se encontraba en Campeche debido a la detención de su padre.

En defensa de la misma los senadores de Morena y aliados tomaron la parte baja de la Mesa Directiva y por momentos intercambiaron jaloneos entre ellos.

Mientras al interior de Xicoténcatl se discutía el dictamen de reforma, policías antimotines, intentaban disuadir con extintores a los trabajadores del Poder Judicial y estudiantes de Derecho que se manifestaban sobre Eje Central y la calle de Donceles.

Al cierre de esta edición, los senadores daban inicio a la discusión en lo particular de las  79 reservas presentadas al dictamen.