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Foto: Especial | El presidente Andrés Manuel López Obrador, rindió su último informe de seguridad en donde habló del tema de la migración.  

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador desplegó a más de 36 mil elementos de las Fuerzas Armadas para contener la migración.

Lo anterior, durante el último informe de seguridad de su administración, en el que se presentó un video en el que se indicó que:

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“En la contención del flujo migratorio se cuentan con más de 301 puestos de rescate humanitario, y cerca de 36 mil elementos desplegados, logrando el rescate de 5 millones de migrantes”.

La cifra es la última de su Gobierno, y la más reciente después de más de 4 meses y medio, pues, desde el informe quincenal del 30 de abril, ya no se presentó el despliegue. En ese entonces se reportó que había 32 mil 690 efectivos de las FFAA destinados al Plan de migración en la frontera norte y sur.

Dicha estrategia consiste en 3 cinturones antiinmigrantes a lo largo de mil 500 kilómetros, las barreras están ubicadas sobre la Línea Sabancuy, entre Campeche y Ciudad Hidalgo, Chiapas; el segundo sobre el virtual límite entre Tabasco y Arriaga, Chiapas; y el tercero en el Istmo de Tehuantepec, entre Salina Cruz, Oaxaca, y Coatzacoalcos, Veracruz.

Sobre dicho Plan, en el Segundo Informe Semestral de la Fuerza Armada Permanente en Tareas de Seguridad Pública se indica que, por instrucción presidencial, los “rescates humanitarios” comenzaron el 12 de junio de 2019, cuando el Ejército y la Fuerza Aérea Implementaron el Plan de Migración y Desarrollo de la Frontera Norte y Sur, “con el fin de coadyuvar con la Estrategia de Contención del Flujo Migratorio instrumentada por el Instituto Nacional de Migración”.

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Para ello, el Ejército estableció dos centros de coordinación: el Centro Suchiate, al mando del comandante de la 36ª Zona Militar en Tapachula, Chiapas, y el Centro Río Bravo, al mando del comandante de la IV Región Militar en Monterrey, Nuevo León.

Sobre estos “cinturones”, el doctor Fernando Jiménez Sánchez, profesor investigador en el Colegio de Jalisco, indicó a este Diario que responden a la geografía del país, y mientras que existe un “truco del lenguaje” al referirse a las detenciones de migrantes:

“Tiene un truco, un fondo, el Estado interviene para ‘rescatarlos’ de las redes criminales (…) no es que los estén rescatando, es un juego de palabras para decir que no los están deteniendo”.

Sostuvo que la idea de estas barreras es dificultar el paso ilegal hacia la frontera con Estados Unidos, además de que responden a una política diferenciada de migración, de detenerlos antes de que lleguen al centro y norte del país con la intención de que no se vuelvan un problema.

“¿Qué se les hace? En esta primera instancia se les detiene y se les devuelve (…) en algunos casos hay este programa de estancias para que puedan estar libremente, pero en los estados del sur, no los del norte. Se les permite estar, no se les persigue, pero no se les permite continuar al norte”.

MC