Después de que Miguel Ángel Yunes Márquez votó a favor de la reforma al Poder Judicial, los demonios se desataron al interior del Partido Acción Nacional, donde unos a otros se señalan como los responsables de que el veracruzano se les haya salido del redil, para darle la mayoría calificada a Morena y sus aliados en la Cámara de Senadores.

Un personaje al que han querido usar como chivo expiatorio es Ricardo Anaya, a quien acusan de haber ocultado información sobre la decisión que tomaría Miguel Ángel Yunes; sin embargo, fuentes al interior del blanquiazul nos comentan que esa versión es totalmente falsa.

El propio Anaya ha reconocido que tuvo contacto con el senador por Veracruz, pero “no fue porque él me estuviera buscando a mí, sino porque yo los estuve buscando, como lo hicimos decenas, si no es que cientos de personas”, incluso dijo que le pidió que reflexionara antes de tomar una decisión, pues de su voto dependería el futuro de la democracia de México.

A pesar de que el queretano trató de convencer a su compañero de bancada para que no emitiera su voto a favor de la reforma judicial, algunos malquerientes de su mismo partido lo han querido inculpar y lo acusan incluso de complicidad; pero el objetivo de este golpe bajo es para desviar la atención sobre quien es el verdadero responsable de que este episodio hubiera ocurrido.

Y es que nos dicen que en la fracción blanquiazul muchos hablan, en voz baja, de que quien debe rendir cuentas es Marko Cortés, pues en su calidad de dirigente nacional, fue él quien palomeó la candidatura de Yunes Márquez, aún a sabiendas de que tenía pendientes con la justicia, lo que en un eventual escenario, lo haría vulnerable ante las presiones del oficialismo.

Con esta situación, Marko Cortés se anota otra pifia en su largo historial de fracasos, pero sus incondicionales pretenden desviar la atención, señalando a otros senadores como los culpables, con la intención de lavarle la cara a quien ya se le conoce como el sepulturero del PAN.

 

LA DIFÍCIL TAREA DE LA CAEM

En los últimos tres meses el Grupo Tláloc de la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM) ha atendido más de un centenar de emergencias, derivado de las fuertes lluvias que han azotado a la entidad, y ante las distintas situaciones de contingencia han desplazado equipo especializado lo mismo para atender desbordamiento de ríos o presas en Amecameca, Naucalpan o Atizapán o la contingencia por desbordamiento de aguas negras en Chalco.

Armando Alonso Beltrán, vocal ejecutivo de la CAEM destacó que ante el cambio climático se deben tomar acciones a mediano y largo plazo que brinden soluciones ante situaciones que continuarán presentándose.

Mediante el uso de unidades de presión y succión hidroneumática tipo vactor, pipas de agua y plataformas han atendido anegamientos de agua y remoción de lodo en un sistema que por más de 30 años ha estado abandonado y sin mantenimiento.

De aquí en adelante no se trata solo de dar mantenimiento; sino de hacer operable el sistema ante nuevos fenómenos y situaciones que podrán traducirse en contingencias.

 

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@JuanMDeAnda