En Chiapas, la violencia se recrudece en varios municipios por pugnas entre grupos criminales. Este miércoles, en la ranchería El Guayabo, en Tonalá, dos personas fallecidas fue el saldo de un enfrentamiento entre elementos de las secretarías de Marina (Semar) y de la Defensa Nacional (Sedena) e integrantes del crimen organizado, tras un operativo.
Reportes de la prensa local señalan que un marino resultó gravemente lesionado y que aseguraron droga, armas y vehículos.
En Tila, vecinos acusaron que el grupo paramilitar Los Autónomos atacó a tiros un domicilio de la ciudad, lo que dejó un lesionado y al menos 50 cartuchos percutidos.
En tanto, desplazados de Chenalhó marcharon por las calles de Tuxtla Gutiérrez, para denunciar el olvido en que los mantienen los Gobiernos estatal y federal, tras los dos desplazamientos forzados (junio y septiembre de 2022) y exigir a las autoridades la aparición con vida de cinco vecinos no localizados desde hace tres años.
Además, habitantes denunciaron que continúan incomunicados cinco poblados de Amatenango de la Frontera, en la sierra chiapaneca, debido a que grupos criminales derribaron el 13 de septiembre pasado, el puente que cruza el río Grijalva y que los conectaba con otros municipios.
Desde hace al menos tres meses se recrudeció la violencia por las disputas territoriales entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa en la zona.