Estrategias. Mientras el republicano mezcla entretenimiento y promesas, la vicepresidenta apela a su herencia inmigrante
Foto: AFP | Estrategias. Mientras el republicano mezcla entretenimiento y promesas, la vicepresidenta apela a su herencia inmigrante  

Kamala Harris y Donald Trump intensificaron sus esfuerzos para captar el voto latino, un sector fundamental en las elecciones presidenciales. Cada uno aborda la campaña a su manera: mientras el expresidente apela al entretenimiento con reguetón y salsa, la vicepresidenta se presenta como una figura empática, destacando su herencia como hija de inmigrantes.

Ambos candidatos saben que un pequeño margen de votos en siete estados clave podría definir el resultado de las elecciones del 5 de noviembre. Pensilvania, Arizona, Nevada, Wisconsin, Carolina del Norte, Michigan y Georgia son territorios pendulares, conocidos por su capacidad para inclinar la balanza en favor de uno u otro partido en función de la campaña.

Más de 36 millones de latinos podrán votar en las próximas elecciones, representando casi el 15% del electorado, según el Pew Research Center. Aunque históricamente poco más de la mitad de ellos suele acudir a las urnas, en esta elección cada voto será crucial, especialmente en los siete estados mencionados.

La exsenadora por California, desde que Joe Biden le cedió el liderazgo de la campaña, centró sus esfuerzos en acercarse a los latinos, quienes tradicionalmente prefieren a los demócratas, aunque el apoyo a los republicanos creció en años recientes.

Hija de padre jamaicano y madre india, la candidata enfatiza su herencia inmigrante en entrevistas y mítines. “Fui criada por una madre trabajadora que llegó sola a Estados Unidos a los 19 años”, mencionó en una entrevista a medios hispanos.

Durante septiembre, Mes de la Herencia Hispana en EU, la campaña demócrata invertirá tres millones de dólares en anuncios de radio en español y enfocará su atención en eventos como partidos de béisbol y peleas de boxeo para atraer el voto joven.

Donald Trump, por su parte, apuesta por una campaña que incluye figuras del entretenimiento. En un reciente mitin, contó con la presencia del reguetonero Nicky Jam, aunque protagonizó un error al presentarlo como una mujer.

La salsa también llegó a la campaña republicana. Un anuncio muestra al expresidente bailando una versión del tema “Juliana qué mala eres” adaptado como “Kamala qué mala eres”.

Además de sus llamativos actos de campaña, el político republicano promete a los votantes latinos controlar la inflación y revitalizar la economía, repitiendo estos mensajes en sus mítines.