Durante la paliza orquestada por los Dodgers sobre los Marlins de Miami de 4-20, el japonés Shohei Ohtani logró fijar su nombre en los libros de historia al conseguir la cifra de 50 bases robadas y 50 cuadrangulares en una misma temporada.
Bastaron unas cuantas entradas en las que el asiático tuvo cinco apariciones al bate, para lograr tales cifras ofensivas además de siete carreras producidas en la victoria 91 de la novena angelina, que se mantiene con ventaja de cuatro triunfos de los Padres en la cima del Oeste en la Liga Nacional.
Esta fue la decimotercera ocasión que el nipón logra un robo de base y un homerun en un mismo encuentro y con ello empató la marca de Rickey Henderson como el otro jugador que había logrado tales cifras en Grandes Ligas.
Tras lograr su robo número 51 en el segundo tramo del encuentro, Ohtani se ubicó a sólo cinco de igualar la marca que Ichiro Suzuki logró en 2001, como el japonés con más estafas dentro del diamante. Sin lograr ser capturado, Shohei suma 28 bases acechadas de manera consecutiva.
Convertido en el jugador en lograr 40-40 en una misma temporada, el pelotero requirió de 126 partidos, en una temporada en la que se ha dedicado a jugar como bateador designado, mientras se recupera de una lesión del codo que no le permitió jugar como pitcher durante todo el 2024.