Durante 2023, la infraestructura para transmisión eléctrica de México apenas creció un 0.10%, lo que no abona a la transición energética que requiere el país, afirmó el Instituto Mexicano Para la Competitividad (IMCO).
En los últimos cinco años de esta administración, la transmisión ha aumentado poco más de 2%, muy por debajo de lo que requería el país, especialmente en regiones como el norte, señaló Óscar Ocampo, coordinador de energía y medioambiente del instituto.
Precisó que aún con la incorporación de fuentes de generación solar fotovoltaica y eólica, no se puede producir electricidad en todo momento, porque no hay redes eléctricas robustas y se pone en riesgo la seguridad en el sistema.
El IMCO revisó que de acuerdo a la información pública, hay una notoria diferencia entre las necesidades de inversión en infraestructura de transmisión estimada por la Comisión Federal de Electricidad y los presupuestos asignados anualmente para este rubro.
Por ejemplo, mientras que la planeación de la CFE estima invertir 129 mil millones entre 2023 y 2028, por otro lado reconoce que desde el año pasado se requieren más 84 mil millones de pesos para ejecutar 57 proyectos relacionados al mantenimiento de las líneas de transmisión, subestaciones de potencia adquisición de equipo de cómputo y rehabilitación de edificios y talleres, así como 150 nuevos proyectos instruidos por la Secretaría de Energía en el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen).
Óscar Ocampo, investigador del IMCO, resaltó que, por ejemplo, en el norte de México, en Sonora, para mover toda la energía solar que ahí se produce o toda la que se puede producir en Reynosa que es energía eólica hacia Monterrey es complicado porque existe congestionamiento de las líneas.
“Esto porque hay una congestión muy importante, ya que no hay suficientes subestaciones para bajar este el voltaje y atender la demanda industrial de esas regiones”.
Añadió que los casos de Querétaro o la Península de Yucatán cuentan con una interconexión muy débil y las necesidades de apostar por la transmisión son generalmente en gran parte del país.
Destacó que la CFE dice en sus planes de negocios que requiere una inversión para garantizar la confiabilidad del sistema por 84 mil millones de pesos entre 2024 y 2030, “pero si cruzamos estos números con cuánto se ha invertido, históricamente vemos que al menos en los últimos 10 años estamos muy lejos de esas cifras”.
El analista de energía subrayó que el año pasado apenas se pudo invertir 4.6 mil millones de pesos en infraestructura para transmisión, “estamos muy lejos de los requerimientos de nuestro país en la materia”.
“Al final es la principal consecuencia de que tengamos un suministro menos confiable de energía eléctrica”.
Puntualizó que en Querétaro, los centros de datos que han sido una historia de éxito muy importante, han tenido problemas para garantizar el suministro energético, y ahí es porque no sólo es la generación sino que no hay infraestructura de transmisión para poder bajar el voltaje, entonces no existe la capacidad para atender a esos clientes, y es sólo un ejemplo de lo que pasa en varias partes de la República Mexicana.
“Si no puedes garantizar un suministro en el voltaje que requieren, vas a perder atractivo en término real de inversiones”, dijo el investigador.
Entre otras medidas, el IMCO propone etiquetar recursos para la modernización del sistema eléctrico nacional y promover el desarrollo de las redes inteligentes.