A medida que se acerca la fecha crucial de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la dinámica entre los candidatos comenzó a cambiar. En pocas semanas, Kamala Harris vio un repunte significativo en las encuestas, al atraer a una porción importante del electorado que anteriormente favorecía a Donald Trump.
Según una reciente encuesta de NBC News, la demócrata cuenta con el apoyo del 49 por ciento de los votantes, frente al 44 por ciento de Trump, lo que sugiere un cambio drástico en la contienda electoral.
Jeff Horwitt, encuestador del Hart Research, afirmó que los vientos cambiaron a favor de la candidata demócrata: “Este giro hacia Harris devuelve la contienda al punto en el que se encontraba en 2020, al cierre de la campaña: una elección sumamente reñida”.
Esta percepción se fortalece tras la retirada de Joe Biden y los recientes eventos, incluyendo el debate entre la exsenadora de California y el magnate que influyó en la opinión pública.
No obstante, el republicano sigue teniendo ventajas en temas económicos, donde los votantes continúan preocupados por la inflación. Un 66 por ciento de ellos indica que sus ingresos están por debajo del costo de vida.
Este escenario plantea un dilema para ambos candidatos: mientras que la aspirante a suceder a Biden reforzó su imagen positiva con un 48 por ciento de aprobación, el expresidente mantiene un 40 por ciento de calificaciones favorables, con un 53 por ciento de opiniones negativas.
La polarización del electorado es palpable; Harris, hija de migrantes y exfiscal, lidera entre mujeres, jóvenes y votantes afroamericanos, mientras que Trump, polémico empresario neoyorquino, se posiciona favorablemente entre hombres y votantes blancos sin título universitario. Este fenómeno refleja la realidad de un electorado dividido, donde el 65 por ciento opina que el país va en la dirección equivocada.
Con sólo 43 días para la elección, la contienda parece más reñida que nunca. Ambos candidatos luchan por cada voto en un clima de incertidumbre, con la atención del país centrada en cómo se desarrollarán las próximas semanas. La próxima etapa en esta competencia es crucial, y la decisión que tomen los votantes definirá el futuro político de EU.