Un informe reciente de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) reveló que en los últimos cuarenta años, la Amazonía perdió una superficie forestal equivalente al tamaño de Colombia.
Entre 1985 y 2023, la deforestación arrasó con el 12.5 por ciento de la vegetación de la mayor selva tropical del mundo, lo cual afectó más de 88 millones de hectáreas, según un análisis basado en datos satelitales de MapBiomas Amazonas.
Este informe, que será presentado esta semana, destacó que la pérdida de bosques se concentró en nueve países amazónicos: Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y la Guyana Francesa. Estas áreas desempeñan un papel clave en la captura de carbono y la regulación climática global, pero la deforestación continúa a un ritmo alarmante.
La expansión de actividades económicas, como la minería, la agricultura y la ganadería, fue identificada por RAISG como la principal causa de esta “transformación acelerada” en la región.
En cuatro décadas, la minería aumentó mil 63 por ciento, mientras que la agricultura y la ganadería crecieron un 598 por ciento y 297 por ciento, respectivamente.
Grandes extensiones de selva fueron transformadas en pastizales, plantaciones de soja, y otros monocultivos, mientras que otras áreas se convirtieron en cráteres debido a la minería.
El impacto de este cambio en el uso del suelo es devastador para el ecosistema. Sandra Ríos Cáceres, investigadora del Instituto del Bien Común de Perú y participante en el estudio, explicó que la deforestación no sólo contribuye a la emisión de carbono, sino que altera el ciclo hidrológico y afecta gravemente la regulación climática.
La preocupación no se limita a los expertos en el campo ambiental. Amnistía Internacional, a través de una carta abierta dirigida a los presidentes de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú, exigió una “respuesta sin precedentes” ante el récord de incendios forestales. Ana Piquer, directora para las Américas de la organización, señaló que “los ojos del mundo están sobre la cuenca del Amazonas y otros ecosistemas invaluables”.