A 24 horas de la marcha por los 10 años del Caso Ayotzinapa, varias calles aledañas al Zócalo están cercadas con concreto.
Esto, pues en un recorrido realizado por este Diario por el primer cuadro capitalino, se constató que en 4 cruces de avenidas aledañas a la Plaza de la Constitución hay barreras de seguridad de concreto.
Las moles se encuentran en los cruces de:
• Pino Suárez con Venustiano Carranza
• 20 de Noviembre y Venustiano Carranza
• 16 de Septiembre y Palma
• 5 de Mayo y Palma
Las medidas se suman a las vallas metálicas frente a Palacio Nacional y las calles de sus costados: Moneda y Corregidora en las que también hay decenas de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, algunos con equipo antimotines.
Esta es la primera ocasión en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador que se toma la medida previa a las marchas en demanda de verdad y justicia por los 43 normalistas desaparecidos la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Además, las barreras de concreto se suman a las que se colocaron en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación, luego de que presuntos estudiantes de varias normales rurales, además de la Isidro Burgos –donde se matricularon los 43- lanzaron petardos en ese recinto así como al Senado de la República.
La manifestación de este jueves, día en que se cumple una década del Crimen de Estado, se dan en el contexto del fin del diálogo del presidente Andrés Manuel López Obrador con los padres de los jóvenes, además de que la investigación del caso que ha sido encabezada desde hace casi 2 años por el mandatario mexicano paso de mencionar al Ejército para cargar el peso de los contratiempos en las pesquisas a un delincuente y una periodista.
El 27 de agosto, Vidulfo Rosales, abogado de los familiares de las víctimas, tras la última reunión con el Presidente saliente dijo que:
“La posición de los padres es que hoy es la última reunión. Nosotros no vemos condiciones de una próxima reunión. Las reuniones solo son confrontaciones (…) el Presidente coincidió también (…) si ustedes ya no quieren que no nos reunamos, no nos reunimos”.
A la par, el también activista comentó que el caso registró avances hasta 2021, año en que se “tocaron las fibras sensibles” del Ejército, momento a partir del cual la Defensa comenzó a poner trabas al trabajo de los investigadores involucrados y a negar información que podría abonar a la resolución del caso.
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Por ello es que, continúo Vidulfo Rosales, el grupo confía en que con el gobierno de Claudia Sheinbaum:
“Se pueda reconstruir el diálogo, se pueda reencauzar la investigación del caso Ayotzinapa, se pueda trazar una nueva ruta, que nos lleve a retomar las líneas importantes que hay”.