Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de Israel, anunció que los recientes ataques aéreos en Líbano forman parte de la preparación para una posible incursión terrestre contra el grupo islamista Hezbolá.
Durante un ejercicio militar en la frontera, Halevi explicó que el Ejército movilizó dos brigadas para realizar “misiones” en el norte, con el objetivo de “seguir haciendo daño a Hizbulá”.
Además, detalló que la posible “maniobra” contemplaría la entrada en localidades del sur de Líbano, que el grupo chií “ha convertido en una gran base militar”, para destruir la infraestructura del grupo en la región.
La escalada del conflicto provocó que alrededor de seis mil ciudadanos sirios y tres mil libaneses migraran a Siria, por el creciente temor ante los bombardeos que desde el inicio de la semana han dejado más de 600 muertos.
De acuerdo con cifras oficiales, los ataques desplazaron masivamente a 27 mil personas en Líbano. Ante la emergencia, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) habilitó refugios provisionales para acoger a los afectados, mientras que las autoridades sirias establecieron un comité especial para gestionar la crisis humanitaria.