Habitantes de La Bocana, municipio de Marquelia, Guerrero, vivieron con miedo el fuerte impacto del huracán John, que tocó tierra sorpresivamente en la región como categoría tres la noche del lunes.
“No tenemos cocina, no tenemos nada, se llevó todo, no tenemos dónde guisar, no hemos almorzado, no tenemos dónde cocinar porque todo se llevó, a ver si nos apoyan con algo”, lamentó uno de los vecinos afectados.
En La Bocana, alrededor de 80 casas y 80 palapas de playa quedaron destruidas por las lluvias y fuertes ráfagas de viento de hasta 260 kilómetros por hora, que provocaron que volaran los techos.
Hasta el momento, el saldo es de tres personas muertas -una adulta mayor, una madre y su hijo- por los deslaves y derrumbes, cientos de árboles caídos y casas destruidas, confirmó Protección Civil del estado.
Habitantes de los municipios de la región de costa chica se encuentran totalmente incomunicados, sin energía eléctrica, ni señal de telefonía tras el impacto del meteoro.
Uno de los afectados, José Luis Hernández, contó que perdió todo su patrimonio: un restaurante y una enramada que le heredó su padre; ahora no sabe cómo se recuperará.
Respecto a las víctimas, el primer caso fue una mujer y su hijo en Tlacoachistlahuaca, quienes fallecieron luego de que un derrumbe cubriera su vivienda.
La tercera persona se trata de una mujer identificada como Rufina N, quien murió por otro deslave en la comunidad Paraje Montero, de Malinaltepec, región de La Montaña.
La gobernadora Evelyn Salgado dijo que hubo daños menores en el municipio de Marquelia, donde se impactó John.
SE QUEDAN SIN LUZ Y TELEFONÍA
Se reportó que los municipios de Marquelia, Copala, Juchitán, Florencio Villarreal, San Marcos, Tecoanapa, Ayutla de los Libres, Igualapa, Ometepec, San Luis Acatlán, Azoyú, Las Vigas, San Nicolás y Cuajinicuilapa, en la región de la costa chica, se quedaron sin electricidad y telefonía, por lo que pidieron apoyo a la administración estatal.
Las precipitaciones también provocaron el desbordamiento del río Amojileca, en Chilpancingo. Habitantes informaron que la crecida del arroyo les impedía salir del lugar para refugiarse en zonas más elevadas.
En la capital del estado, la lluvia de más de nueve horas paralizaron la ciudad; comenzó alrededor de las 23:00 horas del lunes, continúo durante la madrugada y se detuvo alrededor de las 8:00 horas de ayer martes; además, dejó afectaciones en carreteras que comunica con esta ciudad, como la Chilpancingo-Leonardo Bravo.
En Cruz Grande, en Marquelia, habitantes alertaron por más daños, sobre todo, por la caída de techos y láminas, al igual que en Punta Maldonado y Playa Ventura.
John dejó incomunicada a la comunidad de Yetla, municipio de Coyuca de Benítez, además de inundaciones en calles y daños en viviendas en Atoyac.
En redes sociales, habitantes de la comunidad Juan Grande dieron a conocer que los techos de algunas de sus casas se volaron por los vientos del meteoro y que no sabían que iban a hacer.
Al menos 85 personas que habitaban en zonas de riesgo fueron trasladadas a refugios temporales, diez de ellas se alojaron en la Unidad Deportiva Jorge Campos en Ciudad Renacimiento, y 75 en la parroquia San Isidro Labrador, en el poblado de La Sabana, informó el DIF estatal.
NUEVA AMENAZA
Una nueva amenaza acecha a Guerrero debido a la formación de un posible nuevo huracán.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) advirtió que se mantiene en vigilancia una zona de baja presión que tiene 50 por ciento de probabilidad de desarrollo ciclónico en 48 horas y en siete días.
En un informe con corte a las 18:00 horas, se informó que la zona de baja presión se localiza a 160 kilómetros al suroeste de Acapulco e interactúa con los remanentes de John.