La destacada firma de representación de celebridades Tri Star Sports & Entertainment Group, está en el ojo del huracán ligada al rapero Sean Diddy Combs, que se encuentra bajo custodia federal.
La demanda civil presentada en febrero por el productor Rodney Lil Rod Jones contra Combs sostenía que la mala conducta del magnate de la música fue posible gracias a una red de asociados, entre ellos “Robin Greenhill, contadora (y directora de servicios de Tri Star) que se encargaba de las transferencias de fondos o los pagos en efectivo a las trabajadoras sexuales”.
Dicha demanda civil presagió las acusaciones del Departamento de Justicia del 17 de septiembre, aunque Tri Star no fue mencionado en su momento.
Pero esta no es la primera vez que la firma se ve envuelta en polémicas, pues Britney Spears, en su exitosa autobiografía de 2023, The Woman in Me, describió a Greenhill como la “lacaya rara” de la jefa de Tri Star, Lou Taylor, y agrupó a ambas mujeres junto a su despreciado padre como “abusadoras”. La estrella del pop escribió: “Quería que salieran de mi vida”.
En 2021, The New York Times informó sobre la cuestionable relación de Tri Star con Spears. La nota destacó cómo, según el informe de un investigador judicial, Greenhill había controlado la tarjeta de crédito de Spears y le había administrado sus medicamentos.
También describió cómo Tri Star supuestamente había contratado a una empresa de seguridad, a expensas de Spears, para monitorear el teléfono de la cantante, grabarla en su dormitorio y vigilar a los activistas de “Free Britney” que buscaban exponer a la empresa de representación. “Se compartieron capturas de pantalla de las comunicaciones de texto de la Sra. Spears con la Sra. Greenhill”, informó el periódico.