La decisión del Banco de México de recortar las tasas 25 puntos base para quedar en 10.50%, era algo ampliamente esperado, registró un análisis financiero de Citibanamex.
“Si bien nuestro escenario central era que la votación fuera unánime, el voto disidente de Jonathan Heath no fue del todo sorpresivo, en particular considerando que en el análisis de las minutas más recientes lo habíamos catalogado como el miembro más “hawk” de la Junta de gobierno”, señaló Iván Arias, director de análisis del banco.
Precisó que el recorte se fundamentó en el proceso desinflacionario y la mejora en las perspectivas para la inflación, “en parte relacionadas con la debilidad de la actividad económica”.
Citibanamex apuntó que la Junta de Gobierno de Banxico ajustó su guía futura afirmando que “hacia delante, prevé que el entorno inflacionario permita ajustes adicionales a la tasa de referencia”, consideró Arias.
“En nuestra opinión, con el contexto anterior, el tono bastante “paloma” del comunicado, el ciclo de recortes que se vislumbra para Estados Unidos, y el enfoque de gradualidad manifestado por miembros de la Junta, Banxico optará por hacer recortes continuos de 25 puntos base en lo que queda de 2024 y en 2025, para cerrar este año en 10% y el próximo en 8%”.
Alertó que el mayor riesgo a la baja para esta trayectoria se relaciona con recortes adicionales de 50 puntos base por parte de la Reserva Federal, mientras que una inflación mayor que la estimada es el principal riesgo al alza.
Al respecto, Quasar Elizundia, analista del broker financiero Pepperstone, afirmó que este tercer recorte de Banxico reafirma una reducción de tasas que había comenzado en marzo, seguido del ajuste en agosto, ambos de 25 puntos.
“Esta medida… refleja un esfuerzo por alinear las políticas monetarias del país con los desarrollos macroeconómicos recientes tanto a nivel interno como externo”.
Afirmó que la decisión de Banxico se sustenta en tres claves que han permitido al banco central proceder con la continuación de la normalización del costo del dinero en México. En primer lugar, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) también ha comenzado a normalizar su política monetaria, recortando su tasa en 50 puntos base, un movimiento que influyó de manera positiva en la decisión de Banxico.
“Aunque no existe una sincronía explícita entre ambas instituciones, históricamente tienden a actuar en paralelo. La FED, al proceder de manera más agresiva, ha brindado a Banxico un mayor margen de maniobra, minimizando el riesgo de volatilidad en el tipo de cambio”.
Para Pepperston, el segundo factor clave es la trayectoria de la inflación en México, que ha retomado una tendencia de desaceleración. Durante la primera quincena de septiembre, la inflación general descendió a 4.66%, mientras que la inflación subyacente se ubicó en 3.95%, ambas por debajo de las expectativas del mercado.
“Esta caída de los precios ha permitido al Banxico actuar con mayor libertad en la reducción de tasas sin comprometer su objetivo de mantener la estabilidad de precios”.
El Banco central mexicano redujo en un cuarto de punto porcentual su tasa de interés.
“La junta decidió por mayoría reducir en 25 puntos el objetivo para la tasa de interés, a un nivel de 10.50%”, dijo Banxico en su informe.
Señaló que “el panorama inflacionario aún amerita una postura restrictiva”, pero se ha presentado una mejora que permite “reducir el apretamiento monetario”.