La ceremonia en la que rindió protesta Claudia Sheinbaum no solo se distinguió por la mayor presencia de representantes de naciones extranjeras en los dos últimos sexenios, sino porque también acudieron deportistas, empresarios y personalidades públicas.
Por los pasillos del edificio A de la Cámara de Diputados se pudo observar, un poco desorientado, a Emilio Azcárraga y su esposa, en busca de llegar a la zona de galerías, desde donde los invitados pudieron observar el desarrollo del evento.
También se vio la llegada del boxeador Saúl El Canelo Alvárez, quien, también en compañía de su esposa, buscaba el ingreso a la zona de invitados.
En tanto que al terminar la ceremonia, el flamante secretario de Organización de Morena, Andrés López Beltrán, e hijo del expresidente, presuroso buscaba la salida hacia la calle de Emiliano Zapata y molesto rechazó responder cualquier pregunta de la prensa, y enfatizó que mucho menos a una plataforma que lo señaló de supuestos actos de corrupción.
También a la salida, pero ya sobre la avenida Eduardo Molina, el actor Jesús Ochoa fue encarado por un trabajador del Poder Judicial, quien le reclamó airadamente ser un traidor.
El actor no solo regresó para devolver las ofensas, sino que tiró de un manotazo el celular con el que era grabado y luego subió a su camioneta para abandonar el lugar.
De entre sus invitados internacionales, en su discurso, Sheinbaum, además de mencionarlos a todos y cada uno de ellos, hizo una mención especial para Jill Biden, esposa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
“Saludo y agradezco especialmente a la doctora Jill Biden, que asiste con la representación del presidente de los Estados Unidos de América”, expresó la presidenta.
Entre los invitados especiales a la toma de protesta también acudieron la escritora Elena Poniatowska; el magnate Carlos Slim; Miguel Diaz-Canel, presidente de Cuba; Gabriel Boric, presidente de Chile; Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, y Gustavo Petro, presidente de Colombia, entre otros.