Directo, divertido, sensible, auténtico, pero en especial como un hombre muy preocupado por sus hijos a quienes tiene miedo de perder por sus adicciones, así es como Los Chávez retrata al campeón mundial Julio César Chávez.
“Mira, lo bueno de esta serie es que nos reencontró a toda la familia. Nos agarró en un momento difícil, complicado; el reencontrarme con Omar, Julio que tampoco me hablaba y que estaba pasando por momentos tan difíciles de su adicción, y Cristian que tampoco me hablaba. Así que Los Chávez nos unió, nos reencontró”, dijo en entrevista con este medio, el expugilista.
Aclaró que su hijo Julio no pudo interactuar con ellos en esta producción, pero sí se cuenta con sus testimonios, pero que si hay una segunda temporada, “esperemos que no” –dijo Julio César entre risas–, se va a saber más de la vida de estos vástagos, quienes asegura, son los que “andan un poco desvalagados”.
La serie ofrece una visión íntima del día a día de Julio en su casa de Tijuana, mostrando su compromiso con la salud y su vida con Myriam, la mujer que ha sido fundamental en su camino hacia la recuperación.
“Siempre tratamos de ser naturales, ustedes me conocen, no tengo filtros, he sido honesto y sincero, lógicamente me he equivocado pero así soy y así seguiré siendo toda la vida”, comenta sin perder la sonrisa característica.
En algunas entrevistas la esposa de J.C. y Nicole, hija de ambos, comentaron que se subieron a esta serie para hacer a un lado el qué dirán por lo que la figura de Los Chávez comentó: “Afortunadamente, gracias a Dios, a donde quiera que hemos ido, en cualquier parte de México y Estados Unidos, todo mundo me dice ‘felicidades por la series’, ‘me hiciste llorar cabrón’, ‘para cuándo la segunda temporada’. La verdad, a donde quiera que vamos he recibido puras cosas bonitas.
“Obviamente, va a haber gente a la que no le guste porque no somos moneditas de oro y nos tiren chingazos pero ya está uno acostumbrado a capotearlos”, dice.
Al ser cuestionado sobre esos errores cometidos en su vida, por lo que señaló que el más grande fue su adicción.
“Híjole, mis hijos eran muy chicos y les hice mucho daño. Pero a través del tiempo, de mi recuperación, creo que ya pagué y se dieron cuenta de que si yo salí de esa adicción, ellos ya no pueden echarme la culpa porque yo ya tengo 15 años limpio.
“Fueron casi 20 años drogándome, haciendo muchas pendejadas y el único que se estaba destruyendo era yo, estaba en hoyo sin fondo, estuve a punto de quitarme la vida, pero gracias a Miriam (su esposa) y a mi hijo Julio que me brindaron la ayuda que hoy estoy limpio”, cuenta El César del Boxeo.
Así que esta serie, de una u otra forma, insiste Julio César Chávez, es un mensaje para la juventud, para los padres de familia, y para que no caigan en las drogas, pero si están en ellas, que sepan que se puede salir de ahí, pero siempre con la ayuda de un programa de recuperación.
“Gracias a Los Chávez, todos estamos muy bien. Porque antes de ella, vivíamos una locura con Julio y Omar, estaba a punto de tirar la toalla, y el mensaje para los televidentes es de superación en el boxeo, en la vida cotidiana, creo que por eso es conmovedora esta producción en la que muchos se ven reflejados, hay que superar la vergüenza y dar el paso, porque después se vuelven delincuentes, narcotraficantes, que los llevarán o a la cárcel, al hospital o a la muerte”.
Más allá de la serie –que se transmite por Disney+–, en la que se da cuenta del amor que el pugilista le profesa a las mujeres de su familia, incluyendo a Yolanda Andrade, a quien considera como su hermana, ya que compartían sus adicciones, y quienes son los más preciado que tiene en la vida, incluyendo a su hermana Perla debido al cáncer que padece.
“Así que aún no he enfrentado el último round de mi vida”, finalizó Julio César Chávez.