Ayer ocurrió un lamentable hecho en el que participaron militares pero, a diferencia de otros eventos, la Secretaría de la Defensa fue la primera en hacerlo del conocimiento público.
Hasta ahora, según lo informado, dos militares que se encontraban en un retén en el tramo de la vía que comunica Villa Comaltitlán-Huixtla, en Chiapas, dispararon en contra de dos camionetas con redilas en las que viaja por lo menos dos docenas de migrantes, mayoritariamente de Medio Oriente.
Seis de ellos murieron por las balas, 10 más resultaron heridos y 17 resultaron ilesos.
La dependencia explicó que los militares dispararon luego de que los conductores de los vehículos quisieron evadir el retén y después de que los soldados “escucharon’’ disparos.
Ambos elementos fueron separados y están siendo investigados por la Fiscalía de Justicia de Chiapas.
Eventos como estos suelen ser recurrentes, pero no siempre llegaban a la opinión pública de forma temprana y muchos menos de la fuente principal, que es la Secretaría de la Defensa.
Quizá el caso más sonado que ejemplifica lo anterior fue la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, evento en el que se vio involucrado el Ejército, según testimonios, pero cuya participación trató de ocultarse por todos los medios al alcance.
Será la autoridad civil la que determine si los militares se excedieron en el uso de la fuerza, pero también corresponderá a los superiores de los elementos involucrados establecer qué fue lo que realmente pasó para que no se vuelva a repetir.
En estos tiempos de polarización social en la que se discute en México la “militarización’’ de la seguridad pública, corresponde a la Secretaría de la Defensa ser la primera en demostrar que es aliada de la sociedad y no lo contrario.
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Claudia Sheinbaum fue a la base naval de Acapulco, pero no a las colonias que sufrieron los estragos del paso del huracán John, tal como hizo López Obrador hace un año en el caso de Otis.
Sheinbaum habría marcado una diferencia con su exjefe si dejaba la seguridad y comodidad de la base naval y se hubiera mojado las zapatillas.
Y quizá fue precisamente para no marcar una diferencia temprana que decidió coordinar los esfuerzos gubernamentales desde una silla de piel en la base naval.
Ahí será para el otro huracán.
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Ojo con lo que advirtió Rubén Moreira, coordinador de los diputados del PRI.
Según el legislador tricolor, la reforma al artículo 123 Constitucional que aprobaron ayer en San Lázaro, que será presumida por el partido del gobierno, no contempla un incremento salarial generalizado a todo el magisterio sino solo para los profesores de tiempo completo pero de secundarias y preparatorias.
Los profesores de nivel básico están excluidos de ese beneficio.
Moreira hizo un llamado a los sindicatos y legisladores del magisterio para que corrijan esa omisión e incluyan en la reforma a los profesores de educación inicial, preescolar y primaria, es decir, a los maestros que trabajan por jornada.
Además pidió incluir un transitorio en el que se establezca de dónde se obtendrán los recursos para pagar ese incremento.
A ver que dice el domesticado líder sindical del SNTE, Alfonso Cepeda Salas.
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Solo como dato anecdótico, la Cooperativa La Cruz Azul, propietaria del equipo de futbol Cruz Azul, felicitó ayer a la presidenta Claudia Sheinbaum y aseguró que “bajo su liderazgo México seguirá avanzando hacia el bienestar de todos y todas los mexicanos’’.
A alguien no debió parecerle que el equipo de sus amores haya felicitado a su rival en la contienda presidencial.
Gol.
@adriantrejo