El primer ministro británico, Keir Starmer, admitió al fin de una jornada de reuniones en Bruselas, que el “reinicio” de las relaciones del Reino Unido con la UE no será un proceso fácil.
Starmer mantuvo en la jornada reuniones de alto nivel, incluyendo un largo encuentro con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
La reunión, dijo, se concentró en pasar la página de la vieja forma de conducir estas negociaciones e iniciar una nueva forma (…) Lo que no quiere decir que no haya desafíos, y no quiere decir que será fácil”.
Por ello, agregó, la conversación con Von der Leyen se concentró en definir “el tono” de los futuros contactos.
La discusión de la jornada “fue el primer paso en un camino que llevará a negociaciones”, expresó el primer ministro británico al fin de sus reuniones.
Desde que asumió el poder, en julio, Starmer ha prometido un “reinicio” de las relaciones con la Unión Europea, aunque ha adelantado pocos detalles sobre cómo mejorar los acuerdos minuciosamente negociados que rigen las relaciones a través del Canal de La Mancha.
“Creo firmemente que el público británico quiere volver a un liderazgo pragmático y sensato cuando se trata de tratar con nuestros vecinos más cercanos, para hacer que el Brexit funcione”, dijo Starmer ayer en Bruselas.
Pero el líder británico -quien en el referéndum de 2016 votó a favor de permanecer en la UE- ha insistido en que el “reinicio” de relaciones no significará revertir el Brexit, que sigue siendo un tema políticamente tóxico en el Reino Unido.
En cambio, Starmer está bajo presión para ser más preciso sobre qué es exactamente lo que quiere el Reino Unido de la UE y qué está dispuesto a dar a cambio.