Juan Ramón de la Fuente, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), señaló que el Gobierno de Claudia Sheinbaum arranca con legitimidad ante organismos internacionales y ante otros países y delineó que las prioridades en política exterior son revitalizar la diplomacia mexicana y la protección de los migrantes, principalmente de los connacionales en Estados Unidos.
El canciller emitió un mensaje de bienvenida a los trabajadores de la dependencia y los invitó a sumarse al proceso histórico de la primera Presidenta en la historia del país.
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De la Fuente señaló que la diplomacia mexicana “no representa un gobierno impuesto, una oligarquía, una plutocracia, sino una de las democracias más vivas y vitales que hoy en día existen en el mundo, no debemos perderlo de vista porque eso nos da una enorme legitimidad en cualquier foro y ante cualquier país”.
La política exterior del país, dijo, tendrá como agenda inmediata la atención del fenómeno migratorio, el tema de las drogas, la preservación de los derechos humanos, el rescate de la memoria histórica y refrendar el compromiso con la paz internacional.
El canciller presentó a los integrantes de su equipo, entre los que destacan la ratificación de María Teresa Mercado, en la Subsecretaría de Relaciones Exteriores; Raquel Serur será la subsecretaria para América Latina y el Caribe; Enrique Ochoa, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos; Roberto Velasco es ratificado en la Unidad para América del Norte; Pablo Rocha es designado en la Consejería Jurídica.
Debido a que la prioridad será atender a los migrantes mexicanos, se creó la Coordinación General de Consulados, que estará al frente de Jorge Islas, excónsul de México en Nueva York.
El secretario de Relaciones Exteriores dijo a los trabajadores que “no habrá cambios precipitados ni tenemos prisa por hacer nombramientos al vapor, sin analizar previamente la estructura tanto en la Ciudad de México, como en las representaciones internacionales”.
Aseveró que “a la Cancillería le toca proyectar con objetividad y veracidad a todo el mundo lo que está ocurriendo en México porque es verdaderamente histórico y ejemplar para la comunidad internacional“.
Indicó que “toca ahora darle continuidad a la transformación y tratar de encontrar las mejores fórmulas para que la política exterior aporte a la transformación del país”.
Abundó que “muchas cosas han cambiado y van a seguir cambiando, pero hay algo que no va a variar y eso son los principios normativos de la política exterior, son principios con enorme vigencia”.
Apuntó que “la oportunidad no se nos puede ir, es momento demostrar la enorme capacidad de Relaciones Exteriores, las mayores tradiciones diplomáticas hay que ponerla en práctica y actualizarlas cuando sea necesario”.
Aseveró que “tenemos una política exterior feminista, nos adelantamos en cierta forma, pero hay que profundizar y hacerla realidad. El buen juez por su casa empieza, les pido que me ayuden para poder alcanzar una equidad entre hombres y mujeres en nuestras representaciones en el mundo”.
De la Fuente expresó que se deben “sacudir ciertas inercias que aún prevalecen, para modernizar lagunas prácticas que se nos han vueltos obsoletas, quedarnos con todo lo bueno y todo lo que funciona, y estar dispuestos a atrevernos a modificar lo que ya no representa el mejor método”.
El objetivo del nuevo Gobierno es “revitalizar nuestra diplomacia, ayúdenme a que en estos próximos años haya mayores oportunidades para las mujeres, jóvenes y vamos a aprovechar la experiencia de quienes tienen ya un largo recorrido”.
Consideró que no tiene “otra agenda más que fortalecer al servicio exterior mexicano, vengo a trabajar hombro a hombro con todas y todos ustedes, vengo a pensar y repensar con ustedes el mejor papel que le pueda venir a México en este contexto internacional”.
Reiteró que “haremos de la defensa de las comunidades de nuestros connacionales una prioridad de la política exterior de este sexenio”.
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Manifestó que “el nuevo orden geopolítico le da a México una posición privilegiada, pero también son muchos desafíos, debemos tener mucha claridad de esta compleja trama, pertenecemos a América del Norte, pero al mismo tiempo somos parte de una América Latina con la que nos unen tradiciones, es necesario encontrar equilibrios”.
Añadió que “debemos voltear con una mirada fresca para analizar y reencauzar nuestra relación con Europa y Asia, repensar nuestra relación con África y el mundo árabe”.