El presidente municipal de Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos Catalán, fue asesinado, decapitado y sus restos abandonado en la colonia Villa del Roble, cerca del hotel Moreli, a un costado del libramiento a Tixtla. El funcionario asumió el cargo hace menos de una semana.
Cerca de las 18:00 horas, los vecinos alertaron a las autoridades sobre la presencia de una cabeza cercenada de un hombre sobre el toldo de una camioneta, por lo que de inmediato se aplicó un operativo de seguridad con elementos de diversas corporaciones policíacas, quienes acordonaron el área para realizar las investigaciones correspondientes.
Tras diversas especulaciones, fue el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, quien confirmó de la ejecución.
El crimen conmocionó a los pobladores de la capital del estado, quienes destacaron el incremento de la violencia en la región.
El operativo duró varias horas, mientras los peritos forenses de la Fiscalía realizaban el levantamiento de los restos y recopilaban pruebas.
Las autoridades desplegaron operativos en otros puntos de Chilpancingo, en busca de los responsables de este asesinato, aunque hasta el cierre de esta edición no se informó de algún detenido.
Este crimen se suma a una serie de hechos violentos que se han registrado en el estado, lo que eleva la percepción de inseguridad entre la población.
Apenas el pasado jueves fue ejecutado el secretario general del ayuntamiento de Chilpancingo, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, también a unos días de haber asumido el cargo.
En ese momento, la dependencia escribió en sus redes sociales oficiales que abrió una “carpeta de investigación en contra de quien o quienes resulten responsables, por el delito de homicidio calificado, cometido en agravio de Francisco N, por los hechos ocurridos en Chilpancingo”.
El pasado 12 de septiembre fue ejecutado el delegado de la Fiscalía General de la República en Guerrero, Fernando García Hernández.
Y el 27 del mismo mes, asesinaron a balazos en la colonia Caminos, Ulises N, quien fungía como coordinador de la Unidad de Fuerzas Especiales de la Policía del estado y quie, se decía, podría ser el titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Chilpancingo.