A puertas cerradas y en un ambiente de tensión y confrontación, la elección de la nueva dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN) en Tlaxcala se vio empañada por actos de violencia y represión.
Durante la jornada, un grupo de militantes inconformes que se manifestaban en el exterior del Comité Directivo Estatal, fue dispersado con petardos y gas lacrimógeno, lo que dejó varios heridos y un clima de caos en la zona.
El grupo, que expresaba su rechazo a la elección interna, protestaba mientras en el interior del recinto se llevaba a cabo la votación que culminó con la designación de Gutiérrez Hernández como nuevo dirigente estatal del partido.
Entre las personas agredidas se encontraba la diputada federal Mariana Jiménez, quien junto a otros militantes resultó afectada durante la represión de la protesta. Este incidente ha generado un profundo malestar entre los simpatizantes del PAN, quienes acusan al partido de no haber garantizado un proceso democrático transparente y pacífico.