Algo debemos agradecerle a la presidenta Claudia Sheinbaum: que su estrategia de seguridad no contempla los abrazos ni las acusaciones de los delincuentes con sus mamás o sus abuelitas.
El resto es la confirmación de la estrategia lopezobradorista, quizá con el agregado de la creación de la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial.
La banalización del combate a la delincuencia hecha por López Obrador generó, por lo menos, el 90% de las críticas que recibió el tabasqueño en todo su sexenio.
López Obrador planteó, al igual que ayer lo hizo la Presidenta, “atender las causas’’, lo cual se haría entregando dinero a los jóvenes para que no se involucraran en actividades criminales.
A la luz de los resultados (198,000 asesinatos entre diciembre de 2018 y septiembre de 2014), regalar dinero no sirvió para mucho.
La consolidación de la Guardia Nacional, que tuvo por lo menos 4 años para probarse, es otro tema que se espera sea superado luego de su paso de la Secretaría de Seguridad a la de la Defensa Nacional.
La creación de la Subsecretaría de Inteligencia marcará la diferencia entre las dos estrategias, la de López Obrador, fracasada, y la que se presentó ayer.
Solo los resultados avalarán su éxito o fracaso; esa es responsabilidad exclusiva del gobierno.
****
Por cierto, el recién estrenado secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, cometió un desliz que seguro le costó su primer jalón de orejas.
En la presentación de la estrategia sexenal de seguridad pública, García Harfuch ordenó la presentación de una gráfica en la que se mostraba los estados con más homicidios dolosos en el sexenio de López Obrador.
Colima encabeza la lista con 94.7 homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes, seguido de Baja California (69.82), Zacatecas (57.81), Chihuahua, (57.41) y Morelos (54.86).
Con excepción de Chihuahua, el resto de los estados está gobernado por… Morena.
La misma gráfica señala como lo más seguros en el sexenio lopezobradorista a Yucatán (1.89 homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes), Coahuila (5.5), Aguascalientes (5.95), Durango (7.39) y Querétaro (7.62).
Todos, gobernados por la oposición.
Upsss.
****
Al que tampoco le fue bien fue al candidato a secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, durante su exposición ante la Comisión de senadores que evalúan su postulación.
De la Fuente dijo que México era más respetado y conocido gracias a la política exterior de López Obrador, pero los senadores Lilly Téllez y Alejandro Moreno le corrigieron la plana.
Téllez le refutó tal afirmación con el hecho de que solo 16 jefes de Estado y de Gobierno acudieron a la toma de protesta de la presidenta Sheinbaum, cuando en ceremonias anteriores el número había sido muy superior (105 con Fox y 85 con Peña).
Moreno Cárdenas fue cortésmente más mordaz.
Luego de reconocer la capacidad de De la Fuente, el senador y dirigente del PRI le hizo observaciones más directas sobre la política exterior de México en los últimos seis años.
“La mejor política exterior es la que se hace en el exterior’’, dijo a De la Fuente, en referencia a la negativa de López Obrador a participar en foros internacionales.
Después preguntó sobre la relaciones de México con Estados Unidos y Canadá: “¿qué pasará si gana Trump?”, cuestionó; y sobre el estado de las relaciones con Perú, Ecuador, España, además de pedir que el gobierno defina su posición en los conflictos de Israel vs. Palestina (y vecinos) y en el de Rusia vs. Ucrania.
El doctor se lo llevó de tarea.
@adriantrejo