El primer ministro húngaro, Viktor Orban, realizó declaraciones provocadoras durante una rueda de prensa en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, donde solicitó a la Unión Europea la adopción de una nueva estrategia respecto a Ucrania.
Además, no dudó en prometer un brindis con champán si Donald Trump logra ser electo presidente en Estados Unidos nuevamente.
Durante esta conferencia, que se extendió por casi dos horas, Orban criticó las decisiones de las “élites europeas“, diferenciándose de la postura de la mayoría de los países de la UE en relación con el conflicto entre Ucrania y Rusia.
Según Orban, “hay un cambio profundo en marcha en Europa”, refiriéndose al creciente auge de la extrema derecha en el continente. Sostuvo que “la intención húngara se centra en lograr un alto el fuego, porque estamos convencidos de que esa guerra no se puede ganar en el campo de batalla“.
El líder ultraconservador enfatizó que su visión contrasta con la postura actual de apoyo incondicional a Ucrania adoptada por la mayoría de los países europeos. En su opinión, “la discusión es sobre cuál es el comportamiento razonable de la Unión Europea en el contexto de esta guerra”, y reiteró la necesidad de cambiar la estrategia actual, ya que, según él, “no funciona”.
En relación a la hipotética victoria de Trump, Orban no ocultó su entusiasmo, afirmando que en tal caso “abriremos varias botellas de champán”. Esta declaración resonó en un contexto en el que Hungría ostenta la presidencia rotativa de la UE con el lema “Make Europe Great Again – MEGA”, un guiño a la famosa consigna de campaña del expresidente estadounidense.
El discurso de Orban generó gran expectativa entre los eurodiputados. La eurodiputada liberal francesa Valérie Hayer advirtió que Orban “quiere incendiar una Europa democrática, liberal y tolerante”.
Por su parte, el eurolegislador socialdemócrata maltés Alex Sagiba, apuntó que Orban “no debería utilizar la presidencia del Consejo de la UE para hacer avanzar los intereses del presidente ruso, Vladimir Putin”.
La cumbre europea programada en Budapest para el 7 de noviembre, dos días después de las elecciones en Estados Unidos, se presenta como una oportunidad para que los líderes europeos evalúen las implicaciones de un posible regreso de Trump al poder.
Con la situación en Ucrania como telón de fondo, el próximo discurso de Orban podría tener repercusiones significativas en la política europea y en la estrategia de la UE frente a la guerra en Ucrania.