La República Democrática del Congo (RDC) enfrenta una alarmante crisis humanitaria que ha provocado el desplazamiento interno de casi un millón de personas en lo que va del año, según informó el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, ante el Consejo de Derechos Humanos.
En su intervención, Turk subrayó que la RDC está sumida en una “mezcla explosiva de violencia creciente, intereses regionales e internacionales, empresas explotadoras y un Estado de derecho débil“.
El país, rico en recursos naturales pero sumido en la pobreza, experimenta un agravamiento de la violencia que ha forzado a 940 mil personas a huir de sus hogares, según datos de fuentes humanitarias. “La situación se deteriora día a día”, advirtió Turk, quien en abril realizó una visita al país para evaluar el contexto sobre el terreno.
El jefe de derechos humanos de la ONU también mostró su preocupación por el fin de la moratoria sobre la pena de muerte, que fue levantada en marzo tras estar en vigor desde 2023. Desde entonces, 128 hombres fueron condenados a muerte por tribunales militares. Turk instó a las autoridades congoleñas a asegurar que estas sentencias no se ejecuten.
Además, denunció la implicación de empresas en la explotación y comercio ilegal de recursos naturales, una de las principales causas que alimenta el conflicto. La proliferación y el tráfico de armas también contribuyen a la violencia, lo que vuelve “inaceptable” la actual situación en la RDC.
Desde 2002, un elevado número de misiones del FMI y del Banco Mundial se han reunido con el gobierno para ayudar a desarrollar un plan económico, sin embargo, la inestabilidad social no ha permitido avances.