Expertos en energía coinciden en que las reformas para modificar las reglas en Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad pueden traer una nueva afrenta con Estados Unidos, en el marco de la renegociación del T-MEC.
Ramses Pech, experto en la materia, dijo que estos cambios tenían que hacerse después de la revisión del Tratado de Libre Comercio, en 2026, porque parte de los acuerdos se convinieron bajo las normas de la reforma energética de 2013 y de no cumplir con los capítulos comerciales firmados, la paraestatal mexicana puede ser señalada de actos monopólicos.
Además, indicó que si la Comisión Reguladora de Energía (CRE) pasa a depender de la Secretaría de Energía (Sener), esto será un incumplimiento claro del T-MEC, ya que no habrá autonomía de los reguladores como se comprometió México en el acuerdo y esto impedirá un mercado parejo para ambos países.
Al hacer esta modificación a la CRE, puede caer en conflicto de interés, ya que la Sener es parte del consejo de Pemex y de CFE, “es decir pueden caer en la tentación de dar permisos a privados y puede afectar la participación o no de algunas empresas”.
Socio de la firma Caraiva, Pech y Asociados, comentó que al limitar a una menor participación a los privados, se incrementarán los costos de estas empresas que sean adjudicadas con un contrato por medio de licitación, asignación o cualquier forma que se les permita hacerlo.
Estas empresas que ya tenían algún tipo de contrato energético, ahora tendrán que colocar mayor financiamiento por el pago tardío o de intereses, a menos que el gobierno les dé en tiempo y forma los recursos necesarios para que operen ambas empresas del Estado mexicano.
Una de las principales incertidumbres y que debe quedar muy especificada, es que la Nación pueda negociar por medio de una indemnización a una empresa particular, como ocurrió con la planta de hidrógeno de Tula.
“Al tener ahora como respaldo inmediato esta ley ante cualquier problema jurídico, será muy desgastante y caro para este Gobierno entablar algún juicio”.
Al respecto, Víctor Ramírez Cabrera, experto en el sector, dijo que esta decisión de modificar las reglas en Pemex y la CFE volverá a cerrar, aunque sea de forma parcial, un sector que ya estaba abierto al mercado.
Abundó que existe una regla de los acuerdos comerciales entre ambos países que se llama cláusula de Ratchet, que prohíbe eso. “Esta reforma podría ser violatoria de esta cláusula”, apuntó Ramírez Cabrera.
Con estos cambios, dijo, se obliga a producir 54% de la energía a las empresas del Estado, el costo tendrá que subir y aumentará el costo que se paga por la generación de electricidad, lo que significa que se requerirán cada vez más subsidios.
Otro grave problema es que en esta reforma, lo que hacen es dejar para luego las secundarias donde se especificará la participación de privados, pero sabiendo que siempre hay un criterio de prevalencia de las empresas del Estado.
El Congreso modificó la reforma energética de 2013 y ahora CFE y Pemex volverán a ser consideradas paraestatales y no firmas productivas del Estado, como se establecía en la propuesta pasada que había hecho el Gobierno de Enrique Peña Nieto.