La montaña de Diego Enrique Osorno
Foto: Especial/ Diego Enrique Osorno en entrevista para Diario 24 Horas  

‘La Montaña’, embarcación marítima que transportó, a lo largo de 52 días, a hombres y mujeres de México a Europa, haciendo una parada en Cuba, en el contexto de la pandemia. Con una tripulación que llevaba consigo la esperanza de una vida y una sociedad mejor que en Chiapas, el alma revolucionaria del inconformismo y el hartazgo del “no pasa nada” en sus comunidades, la utopía de un pueblo que pide a gritos libertad, comunión y justicia. 

En entrevista para Diario 24 horas, con  Diego Enrique Osorno, nos enteramos sobre los detalles que conlleva realizar este documental, y los desafíos por los que pasó la producción durante la travesía.

Te podría interesar: “Carroñeroz” de Sociedad Café

¿Qué te inspiró a hacer un documental sobre el viaje de los zapatistas a España?

La película en sí, nace a partir de la invitación que me hacen los zapatistas, para registrar su travesía marítima, que por supuesto me pareció  importante y necesaria, sobre todo en el contexto de la pandemia. El momento en el que se realizó el viaje, es un suceso histórico para los pueblos originarios de América. Además de ser una invitación para realizar el registro, poco a poco se volvió una responsabilidad, por las complicaciones de no tener la experiencia de la navegación, pero con el conocimiento de la importancia histórica que conlleva este documental. 

 

¿Cómo se dio el proceso de filmación y cuál fue el principal desafío en la producción de “La Montaña”?

La filmación tiene el registro de los 52 días que duró el viaje, tanto María Seco y yo, no teníamos experiencia con la navegación de un velero centenario, fue el principal desafío, ya que fue cruzar todo el océano Atlántico.

Una vez superado esto, otro desafío fue filmar bajo estas condiciones de movimiento permanente y también del trabajo del barco, que debíamos hacerlo, hacer nuestras guardias, la cocina, la limpieza, actividades propias del barco. 

Después tener un espacio para filmar el documental, conocer a los zapatistas, a los tripulantes alemanes con la cámara y luego también armar  una reflexión a la contemplación que nos iba revelando el viaje. 

 

¿Cómo crees que este viaje ha influido en la percepción del EZLN fuera de México?

 

El zapatismo surgió en 1994 y desde los primeros meses se volvió un movimiento central y fundador de lo que hoy conocemos como el altermundismo, el movimiento global que plantea desde diversas corrientes, desde pensamientos anarquistas, progresistas, desde un amplio arcoíris de postulados, de corrientes críticas, la necesidad de cambiar el mundo, más allá desde la idea de revolución o estado de poder construir alternativas de vida viables. 

El zapatismo y Chiapas particularmente se volvió el epicentro de ese movimiento, entonces creo que es algo muy fascinante de este viaje es que el EZLN haya enviado a una delegación formalmente a un continente donde detonó el alternativo como es Europa. Y el viaje en sí trata de reactivar esa resistencia que está ahí, siendo de suma importancia para el zapatismo, ir directamente a uno de los lugares donde su movimiento influyó desde hace 30 años con su alzamiento armado. 

 

¿Consideras que el EZLN sigue igual de vigente que hace 30 años, cuando surgió?

Creo que si, el zapatismo hoy en día está en diversos niveles de interacción, está en un primer nivel la lucha cotidiana donde ellos construyeron un gobierno al margen de todo lo que hemos vivido en estos últimos 30 años, donde no entraron ni uno de los presidentes, hablando desde Salinas de Gortari hasta López Obrador, son territorios que están al margen del sistema capitalista hegemónico y la capacidad de resistir a la barbarie que hay en el resto del país.

En la misma película nos narran como se dan cuenta de otras comunidades de Chiapas, se encuentra esta violencia contra las mujeres, en la comunidad zapatista no hay esa violencia que lleva 20 años, no hay desapariciones ni flagelos que se han vuelto parte del paisaje en el resto del país. Es por eso que siguen vigentes, porque han podido mantenerse alejados de esta realidad.

Sigue un nivel más de discurso, tomando más fuerza con un reconocimiento que estamos en una crisis climática, el mundo está enfrentando de un problema que requiere de muchas voluntades, no solo de gobiernos ni grandes organizaciones internacionales, sino que nos incumbe a todos como sociedad global. 

En México, el actual gobierno se ha hecho el intento de anular a los zapatistas, la fuerza de su movimiento  y su discurso, dar esta idea de que fue vigente hace 30 años, pero que en la actualidad no existe.

Este es el fin del documental, mostrar que el zapatismo está vivo, que hay nuevas generaciones de zapatistas buscando nuevos horizontes y contando su historia de lucha. 

Seamos o no zapatistas, es un tema que todos deberíamos de atender, dejar de pensar que “las cosas son así por serlo”, de no conformarnos con la idea de que si tenemos un gobierno que se dice de izquierda, pero está más coludido con las grandes empresas, debemos aceptarlo. 

 

¿Son importantes las críticas que hace Marcos, como la que recientemente manifestó en contra de AMLO?

Evidentemente, el movimiento zapatista no se rindió ante ese proyecto del presidente, para inhibir la fuerza social.

El zapatismo, desde antes, advirtió que si llegaba un presidente como Andrés Manuel López Obrador, se generarían dinámicas contra el movimiento social que finalmente ocurrieron. Esta conexión con los grandes capitales, la relación con el ejército, la operativización de la lucha social, una serie de cuestionamientos que hace poco retomó el ahora Capitán Marcos, temas ya planteados desde hace 20 años.

Yo recuerdo que ya había escuchado durante su campaña, en 2005, 2006 y 2007,  y eso ocurrió finalmente y creo que en represalia por no haberse sometido a este régimen,  se ha encargado de menospreciar al zapatismo, de descalificarlo y considerarlo algo marginal, cuando los zapatistas han conservado su organización. 

Pese a todos los problemas de violencia que se han generado en este actual gobierno y desde la administración pasada de Trump, y a lo mejor con muchas dificultades, han logrado mantener su lucha.
Esta película revela, que por mucho que el gobierno quiera propagar sobre el zapatismo, la lucha sigue y es importante que cualquier persona, colectivo u organización, luche más allá de lo que se llame la cuarta transformación. 

Espero que la gente sé de la oportunidad de entrar a ver la película, de ver más allá de lo que hay frente a nuestras narices, de entrar a la sala y sentir esta experiencia, por un lado, del viaje marítimo y esta travesía del repaso o recuento de la historia de un movimiento fundamental para la historia no solo de México sino del mundo, y también que tenga la posibilidad de sentir, reflexionar y contemplar. 

Es una película que trata de salirse de este  vértigo en el que estamos hoy en día, tanto impregnados por las dinámicas urbanas, como para la sociedad digital en la que vemos, en la ansiedad en la que estamos.

Propone entrar una hora y media a la sala; y ver la travesía no solo del movimiento, sino de ver estas personas que genuinamente sienten y quisieran que el mundo cambie y que esté mejor. 

 

Te podría interesar: La constante evolución es la normalidad para la creación de la materia: José Manuel Aguilera