CONTACTO. La Central de Autobuses de Guadalajara es el punto principal para reunir a las personas; pero también hay casos en la vieja terminal y en la de Zapopán. advierten.
Foto: Especial | CONTACTO. La Central de Autobuses de Guadalajara es el punto principal para reunir a las personas; pero también hay casos en la vieja terminal y en la de Zapopán. advierten.  

Tras las denuncias de reclutamiento en los alrededores de la Central de Autobuses de Guadalajara, a finales de agosto pasado por parte de grupos del crimen organizado, activistas han compilado, según sus estimaciones, al menos 300 casos de este delito en la zona. Todos tienen en común que la última ubicación que se conoce de ellos es la terminal.

Cristian Manuel, de 19 años, originario de Durango y con autismo, es un joven que respondió a una oferta de trabajo mediante internet, quería ayudar a su mamá con los gastos y sentirse útil; sin embargo, desde hace 50 días se desconoce su paradero o estado de salud.  

En Guerreros Buscadores de Jalisco llevaban un caso hacía meses de desaparición forzada o reclutamiento, pero a mediados de agosto la prensa local comenzó a publicar reportes similares; no obstante, una investigación periodística alertó sobre la posibilidad de que fueran más. 

Las autoridades decían, primero, que eran cinco, luego 15, pero, para ir más allá, los activistas investigaron y ellos contaban 50, pero había denuncias de familiares de que la Fiscalía de Jalisco los mandaba a sus estados a reportar la desaparición porque no había pruebas de que fuera en la terminal de camiones tapatía. 

Las cifras no daban, por ello, a Indira Navarro, líder del grupo de rastreadores, se le ocurrió convocar, mediante sus redes sociales, a que si alguien tenía una persona con esas características acudiera a ellos y así palpar la realidad del reclutamiento denunciado en Guadalajara.

“Me quedé impresionada porque no eran 50. Yo te podría decir que eran, en ese momento (hace dos meses), más de 100, pero yo, comprobable, que te diga son de las central, tenía como 68 en este momento; pero empieza a subir, a subir, eran llamadas tras llamadas. Me decían: ‘Mi hijo salió de Chiapas; mi hijo salió de Torreón; mi hijo salió de Toluca’”, recuerda.

Al final la cifra la estiman en 300 o más, por el número de personas que se han acercado a ellos para pedir ayuda en la búsqueda de sus desaparecidos, aunque algunos fueron por su voluntad. 

A casi dos meses de que se conoció la situación, unas 15 personas reclutadas en la Central de Autobuses de Guadalajara “han vuelto”, dice. 

No así Cristián Manuel, un joven con autismo, a quien, la última vez que se le vio, esperaba “a alguien” sentado en una de las sillas de la terminal; algunas personas le tomaron fotos y las compartieron en redes sociales para ver si alguien lo conocía. Así lo ubicaron sus familiares. Ese fue el último punto de referencia que se tiene del joven.

ANTECEDENTES DE UN DELITO

Es un modo de operación sostenido “ yo he llegado a ver cédulas de 2021, también que tienen como referencia esa terminal”, pero los primeros antecedentes se tienen en 2016, indicó el doctor Jorge Ramírez Plascencia, secretario técnico del Comité Universitario de Análisis de Personas Desaparecidas.  

“La Central de Autobuses de Guadalajara se convierte en un punto de encuentro de personas que llegan de otros estados, incluso de locales, de ahí los mandan a otros puntos, incluso, fuera de Jalisco. Se les tiene listo su pasaje para otro destino, puede ser Tala, Puerto Vallarta, Lagos de Moreno o también pensamos que otros destinos fuera del estado; generalmente el reclutamiento forzado lo movilizan fuera del área metropolitana y del estado para que sea más difícil su localización”, señala el académico de la Universidad de Guadalajara.

El experto lamentó que por ser un modo de operación muy clandestino, no se tengan cifras precisas, sólo las estimaciones de un grupo de activistas (Guerreros Buscadores Jalisco). Por cédulas de Búsqueda la cifra se queda en 22 este año, señala.

EL MODUS OPERANDI

Tanto el especialista como la activista Navarro coinciden que los grupos criminales reclutan a las personas, la mayoría jóvenes, de la misma forma: mediante anuncios en internet.

“A veces en redes son anuncios donde no se aclara, o se dice una mentira, respecto a la función; hablan de que van a hacer choferes o que van a ser trabajadores operativos, pero en otras claramente se anuncia que el cartel busca interesados”, señala Ramírez Plascencia.

La buscadora coindice que hay ya publiciaciones muy cínicas donde explicitamente dice a qué van, pero muchos otros no, y llegan a la terminal y ahí los reclutan. “Hay un caso de un muchachito que le dijeron que le iban a dar trabajo de chofer y resulta que cuando ya lo suben al taxi que recolecta a estos jóvenes les dicen, pues ya te chingaste, vas a ser reclutado, pero alcanzó a tirarse del auto, correr y buscar a su familia; hay gente que no tiene el conocimiento ni tampoco la posibilidad de escaparse”.

Ambos entrevistados señalan casos de ingenieros u otras profesiones que necesitan laborar y obtener recursos y son reclutados; a otros les ofrecen hasta vivienda y mejores salarios.

NUEVAS FORMAS 

Gracias a su trabajo, tanto Navarro como Ramírez Plascencia tienen reportes de que ahora hay una figura de reclutamientos que desde un mes hasta cuatro, “entonces el truco ahí es convencer a la familia de que no denuncie o si denunció, que retire la demanda, para que quede totalmente desprotegido el familiar ya en manos  los criminales”. 

De los casos que tenemos documentados, hay uno que lo lo levantaron en vía pública, estuvo desapareciendo un mes y los familiares pusieron la denuncia; al mes se reportó diciendo ‘pues estoy en un estado que no es Jalisco, me están tratando bien, me dan de comer, trabajo seis horas al día no me no me maltratan, pero lo único que no puedo hacer es salir, luego, como que le dieron confianza y ahora hay comunicación constante con él(…) como si fuera un trabajo normal”, compartió el investigador.

Los datos de los activistas y del Comité Universitario de Análisis de Personas Desaparecidas indican que la mayoría de las personas recludas son hombres jóvenes, aunque también hay mujeres, pero, ellas, “no para el sicariato”.

Tras las denuncias, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, descartó una crisis de jóvenes desaparecidos en las inmediaciones de la nueva Central Camionera y, adjudicó, las ausencias de algunas personas a que lo hacen por voluntad propia.

Mientras, la madre de Cristian contacta todos los días a los Buscadores Guerreros de Jalisco, con la esperanza de que en algún momento ellos tengan noticias de su hijo.