Sin ceder un solo set ante Novak Djokovic, el italiano Jannik Sinner se impuso en dos parciales de 7-6 y 6-3 al serbio para proclamarse campeón del Abierto de Shanghái y mantenerse así en la cima de la clasificación internacional de la ATP.
Aún invicto ante el balcánico luego de dos enfrentamientos en partidos oficiales, Sinner cerró una nueva semana por encima de los problemas que lo persiguen y la aún posibilidad de recibir una sanción por el supuesto dopaje que le ha perseguido los últimos meses.
Convertido en el tercer tenista que gana en un mismo año el Abierto de Australia, el US Open y al menos tres Masters 1000, el italiano apunta a finalizar el año como el mejor tenista del orbe, con una ventaja de cuatro mil 800 unidades sobre Carlos Alcaraz en el ranking internacional.
“Ha sido un día muy especial por estar rodeado de leyendas. Se ha generado un ambiente único al tener a Federer Ferrero y Alcaraz en las gradas. Nunca es sencillo enfrentarse a Novak en una final y creo que manejé perfectamente todas las circunstancias”, destacó Sinner.
Aunque Jannik asegura sentirse de cierto modo afectado por los temas extra cancha que lo rodean desde hace meses, el tenista afirmó que ha aprendido a lidiar con ello y aceptarlo, para buscar mantenerse concentrado lo más que pueda y disfrutar todo el tiempo que logre permanecer en pista. “Lo fundamental es tener bajo control lo que se pueda controlar y asumir con naturalidad y mantener la compostura con temas ajenos”.
En el banco perdedor, Novak Djokovic tomó con naturalidad su derrota y el no haber conseguido su título número 100 como profesional, pero a sabiendas de estar cerca de su mejor nivel físico y técnico.
“Mi nivel de tenis fue realmente bueno, probablemente el mejor después de los Juegos Olímpicos y hoy hice todo lo que pude. Bajo circunstancias en las que quizás no me sentía al 100% coma también le doy el crédito a yanic por jugar los puntos importantes mejor que yo qué fue lo que marcó la diferencia y él mereció ganar”, apuntó.