SpaceX marcó un nuevo hito en la carrera espacial con la exitosa recuperación del propulsor de su megacohete Starship, una maniobra que promete revolucionar el uso de cohetes reutilizables.
La compañía dirigida por Elon Musk completó el quinto vuelo de prueba de su cohete más potente, y logró que el propulsor Super Heavy aterrizara de manera controlada gracias a un sistema de captura implementado en su torre de lanzamiento en Texas.
El despegue, realizado a las 7:25 horas. desde las instalaciones de SpaceX, fue transmitido en vivo. Tras casi nueve minutos de vuelo, el Super Heavy fue atrapado por los brazos mecánicos de la torre que lo inmovilizaron al regresar a la plataforma. Este logro fue celebrado como un hito en la ingeniería espacial. Musk expresó su entusiasmo en la red social X: “La torre atrapó el cohete”.
La parte superior del Starship, por su parte, continuó su vuelo hacia el océano Índico, donde amerizó sin contratiempos, cumpliendo otro de los objetivos de la prueba. El cohete, compuesto por una fase inferior de 70 metros (Super Heavy) y una superior de 50 metros, se convirtió en el más grande y potente de la historia.
Este avance es crucial para SpaceX, ya que el objetivo final es lograr que todas las partes del cohete sean recuperables y reutilizables. Esto permitiría realizar más lanzamientos de manera rápida y a menor costo, un paso clave para los planes de Musk, que incluyen la colonización de Marte y el retorno de astronautas a la Luna como parte del programa Artemisa de la NASA.