Análisis. El organismo electoral está obligado a realizar el ejercicio; prevén poca asistencia en urnas
Foto: Cuartoscuro | Análisis. El organismo electoral está obligado a realizar el ejercicio; prevén poca asistencia en urnas  

La elección judicial abre un capítulo surrealista: organizar un debate con 81 candidatos a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tarea encomendada al Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE).

Ante ello, expertos coinciden en que no se puede organizar un ejercicio de debate con los estándares de calidad que maneja el organismo electoral y con buenos resultados, por lo que se augura que el prestigio del INE estará en riesgo por la implementación de la reforma judicial.

La reforma al artículo 520 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales indica que, en la elección judicial, el INE tiene la responsabilidad de “organizar y desarrollar, en su caso, foros de debate entre las personas candidatas y establecer las bases para que las instituciones del sector público, privado o social puedan brindar dichos espacios de manera gratuita, vigilando su adecuado desarrollo y la participación de las personas candidatas que lo deseen en condiciones de equidad”.

Tan solo en el caso de la elección de nueve ministros de la Suprema Corte -el cargo más relevante en juego-, el Legislativo, Judicial y Ejecutivo deben nombrar tres candidatos por cada cargo, es decir, 27 aspirantes por cada Poder.

Por lo que el INE deberá organizar en tiempo récord un debate inédito y surrealista con presencia de 81 candidatos que buscan el mismo cargo.

En comparación, el instituto comenzó en septiembre de 2023 la organización de los debates presidenciales de este año: cada uno tuvo un costo promedio de 13.7 millones de pesos, con la presencia de tres candidatos y una duración de dos horas.

Por lo que ahora el reto del INE es organizar un debate para candidatos a ministros con la presencia de 81 aspirantes.

Sin tomar en cuenta la participación de moderadores ni réplicas, y con una sola participación de un minuto por aspirante, que alcanzaría solo para su presentación, el encuentro duraría hora y media.

Para Javier Santiago Castillo, exconsejero del Instituto Nacional Electoral, el organismo tiene una tarea difícil que no augura “buenos resultados” y cuyas consecuencias de posibles fallas serán para el Instituto.

“Como los candidatos a ser ministros o jueces no pueden hacer campaña, se le encarga al INEorganizar los debates y, en el caso de los ministros, con tantos candidatos, yo creo que resultará ineficaz”.

Indicó que el mandato constitucional es que el organismo electoral organice los debates y lo hará; “no me gusta ser ave de mal agüero, pero en este caso, al no haber mecanismos de propaganda, la asistencia a las urnas será mínima y, sobre todo, de simpatizantes de los partidos y obviamente los del partido en el poder”.

Aseveró que la carga para el INE estará entre lo más relevante y, aunque su aparato administrativo tiene la virtud de “saber organizar elecciones, estás son inéditas y serán muy complejas”.

Consideró que el “prestigio del INE va a salir abollado, va a salir lastimado, porque hay quienes de manera recurrente hacen responsable al INE de la participación en las elecciones”.

Por su parte, Gustavo López Montiel, doctor en Ciencia Política de la The New School for Social Research de New York, dijo que “el número de personas se van elegir es muy grande, además del número de perfiles, por lo que no será solo los debates lo complicado”.

Señaló que el INE deberá determinar el formato de esos debates entre 81 candidatos, por capítulos o en partes, aunado a que no “hay espacio para debatir sobre la ley, porque si bien hay posiciones con respecto a normas, esa diferencia implicaría que ya no son imparciales, eso ya generaría un vicio”.

El experto manifestó que los creadores de la reforma judicial no dimensionaron lo que implicaba instrumentarla, “la hicieron mal, no pensaron que eventualmente se fuera a aprobar y se ve muy abigarrado y con esas proporciones de candidatos, no son realistas”.

Abundó que se trata de una “reforma que no está diseñada para poder instrumentarse”. 

 

PIE DE FOTO

Puestos. La Suprema Corte será renovada en su totalidad, disminuyendo su número de 11 a 9 ministros.