El acuario Xiaomeisha Sea World, en China, provocó indignación entre los visitantes al exhibir un tiburón ballena durante su reapertura a inicios de este mes, el cual resultó ser un robot.
Tras cinco años de remodelaciones, los turistas esperaban el avistamiento de distintas especies, especialmente del colosal mamífero marino. Sin embargo, al ingresar al recinto, notaron que lo que creían que era un tiburón ballena, era un robot controlado mecánicamente.
Ante el descontento de los visitantes, el acuario argumentó que su decisión de optar por un robot en lugar de un ejemplar real no era engañar, sino ofrecer una alternativa ética.
El centro marino añadió que el comercio de tiburones ballena está prohibido en China por motivos de conservación, por lo que utilizar un robot, les permitiría exhibir al animal sin romper la normativa.
A pesar de la declaración, los internautas comentaron que preferirían no ver “ninguno” antes que ver a un animal falso.
Dicho altercado se suma a otras polémicas en atracciones turísticas chinas, como el caso del Zoológico Taizhou, que exhibió “pandas” que resultaron ser perros chow chow pintados.