Desde hace más de 70 años, el estrecho de Taiwán, por el que ayer patrullaban barcos y aviones chinos en el marco de unas maniobras militares para rodear la isla, es un eje marítimo importante y fuente de tensiones internacionales.
Desde que los comunistas tomaron el poder en China en 1949 y el gobierno nacionalista huyó a Taiwán, el estrecho separa políticamente a esa isla de 23 millones de habitantes, gobernados por un Ejecutivo autónomo democrático, de la República Popular de China.
En su punto más estrecho, Taiwán queda a 130 km del continente. Pero algunas islas taiwanesas de menor superficie, como Kinmen y Matsu, se encuentran a poca distancia de las costas chinas.
Por el estrecho transita más del 20% del comercio marítimo internacional. El valor de ese tráfico representó unos 2.45 billones de dólares en 2022, según el instituto estadounidense Center for Strategic and International Studies.
Además, Taiwán tiene un papel primordial en la producción de semiconductores, cruciales para el desarrollo de la inteligencia artificial, entre otras aplicaciones.
La isla asegura nada menos que el 90% de los suministros mundiales en ese campo. Esos dos factores plantean un riesgo importante para el conjunto de la economía mundial en caso de bloqueo, según varios analistas.
“Los mercados se hundirían, el comercio se contraería, las cadenas de abastecimiento se bloquearían y la economía mundial se volvería loca”, apunta Robert A. Manning, del instituto Stimson Center, en Washington.
El perjuicio para las empresas que utilizan chips fabricados en Taiwán podría ascender a 1.6 billones de dólares al año, según un estudio de Rhodium Group.
En 1954 estalló una primera crisis cuando los nacionalistas del Kuomintang (KMT) de Chiang Kai-shek colocaron a miles de soldados en Kinmen y Matsu, frente al litoral chino.
China replicó con tiros de artillería contra esas islas. Al final, la crisis fue desactivada.
Los combates se reanudaron en 1958, cuando las fuerzas de Mao Zedong bombardearon de nuevo Kinmen y Matsu.
El entonces presidente estadounidense, Dwight Eisenhower, ordenó a su ejército que escoltara a los refuerzos taiwaneses. Al no poder tomar esas islas, Pekín anunció un alto el
fuego.
Desde que en 2016 fue elegida para la presidencia taiwanesa Tsai Ing-wen, candidata del Partido Democrático Progresista (PDP), China ha realizado multitud de incursiones con aeronaves militares en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ, por sus siglas en inglés) de Taiwán.
En 2022, Pekín llevó a cabo unas maniobras militares en respuesta a una visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EU, Nancy Pelosi.