La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, intensificó sus críticas hacia Donald Trump, al acusarlo de negarse a publicar sus registros médicos, un acto que considera esencial para la transparencia en la contienda electoral. Esta cuestión cobra particular relevancia dado que, si el candidato republicano gana, sería el presidente de mayor edad en asumir el cargo en la historia de Estados Unidos.
En agosto, el expresidente declaró a CBS News que “con mucho gusto” haría públicos sus registros médicos, pero a menos de un mes de las elecciones, esa promesa sigue sin cumplirse. La falta de divulgación generó cuestionamientos, especialmente tras las constantes críticas que el expresidente dirigió al actual mandatario, Joe Biden, sobre su salud y agilidad mental.
La candidata demócrata, por su parte, publicó su informe médico en un claro intento de presionar a su rival. Dicho informe, firmado por su médico Joshua Simmons, afirma que la vicepresidenta está en “excelente salud”, tanto física como mentalmente, y completamente apta para asumir la presidencia.
A sus 78 años, el magnate es el candidato presidencial más longevo de la historia. Este factor llevó a que muchos se pregunten si su estado físico y mental es adecuado. Aunque la campaña del republicano compartió declaraciones médicas que afirman que su salud es “excelente”, estas provienen de reportes antiguos, el último de hace casi un año, y no incluyen detalles recientes.
La actual vicepresidenta subrayó la importancia de que los votantes tengan un acceso completo a la salud de ambos candidatos. “Es evidente que el equipo de Trump no quiere que el pueblo estadounidense vea su verdadero estado de salud, lo cual plantea serias dudas sobre su capacidad para liderar el país”, declaró la demócrata en un mitin reciente.
La falta de transparencia del expresidente republicano en cuanto a su salud se convirtió en un tema crucial de la campaña, especialmente en un contexto donde tanto la edad como la resistencia física de los candidatos son factores de interés para los votantes. Harris cumplió con la norma histórica al publicar su informe médico, mientras que la promesa incumplida de Trump genera incertidumbre.
Decisión judicial impulsa apuestas sobre elecciones
Una decisión judicial en Estados Unidos ha permitido que se destinen millones de dólares a apuestas sobre las elecciones presidenciales, en un contexto de intensa competencia entre Kamala Harris y Donald Trump. Desde la autorización legal el 2 de octubre, la firma Interactive Brokers registró un volumen de “contratos” a favor de Harris que oscila entre el 48% y el 50%.
Con las elecciones programadas para el 5 de noviembre, esta decisión se produce tras la resolución de una corte de Washington que habilita a Kalshi, una startup enfocada en apuestas políticas, a captar fondos mientras continúan las apelaciones regulatorias. En pocos días, más de 6.3 millones de dólares fueron apostados exclusivamente en la contienda Harris-Trump, con usuarios también apostando sobre el control del Congreso.
Sin embargo, la expansión de las apuestas electorales genera críticas, especialmente en un clima de polarización y desinformación. A pesar de los riesgos, defensores de estos mercados argumentan que ofrecen una alternativa más precisa que las encuestas tradicionales. Con el futuro de estas apuestas aún incierto, se anticipa que continúen operando durante la elección.