“Permitan el paso, es un ciudadano”, afirma un ujier popular y servidor público mientras al menos 3 mil personas saturan el espacio de la interacción entre el Gobierno y la sociedad en la segunda jornada encabezada por la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina.
Desde las 4:00 horas, cientos de personas hacen fila con fólderes en mano. Peticiones, esperanzas, enojos, frustraciones. En una palabra, aquí convive una renovación de expectativas y también ocurren redescubrimientos de los servidores públicos como exactamente dice la expresión: servicio al público.
Están frente a las mesas de las diferentes dependencias del Gobierno de la Ciudad de México colocadas en el Zócalo cada martes.
Desde el C5, la Secretaría de Seguridad Ciudadana o la recién creada Secretaría del Agua, hasta la misma jefa de Gobierno están ahí con la disposición de construir un entorno urbano en igualdad de condiciones para todas y todos.
El desafío es enfrentar la desigualdad en las grandes ciudades y también alinear la expectativa despertada por Brugada y el seguimiento a la respuesta correspondiente. La jefa de Gobierno anuncia: “La próxima semana vamos a estar mejor organizados y mejoraremos sucesivamente”.
Una noción presente también en Daren Acemoglu y James Robinson, junto con Simon Johnson, declarados Premio Nobel en Ciencias Económicas 2024, en su libro de 2012, Why Nations Fail?: “Es sólo cuando muchos individuos y grupos pueden intervenir en las decisiones y participar en la mesa con el poder político que la idea de que todos deben ser tratados igual empieza a tener sentido”.
La igualdad es central para el desarrollo económico y social. Bajo esa premisa, el Bloomberg CityLab, celebrado este año en la CDMX, comparte con 110 alcaldesas y alcaldes de las grandes urbes mundiales las mejores prácticas en urbanismo. Brugada —reconocida por la ONU como gobernante de Iztapalapa por el desarrollo de las Utopías— expone esa estrategia de recuperación del espacio, el sistema público de cuidados y la inversión en proyectos de movilidad como el Cablebús, Metrobús y la rehabilitación del Metro.
La participación ciudadana en las decisiones urbanas es clave. Apostar por la igualdad social no es solo una cuestión ética, sino una necesidad estratégica para garantizar estabilidad y sostenibilidad. La desigualdad social no sólo es un problema moral, tiene consecuencias materiales y políticas, por lo cual una mayor equidad social es necesaria para fortalecer la democracia participativa.
Para enfrentar este reto es fundamental adoptar políticas encaminadas a la justicia social, como esquemas para tener vivienda asequible, un transporte público eficaz y accesible o espacios públicos diseñados no solo para mejorar la calidad de vida, también para fomentar la interacción social y participación cívica.
La igualdad social en las grandes ciudades es indispensable para el desarrollo sostenido de la vida urbana. La CDMX está en su civis momentum.
@guerrerochipres