En un mensaje de resistencia, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, presentó su “Plan para la victoria” ante el Parlamento ucraniano, en el cual descartó cualquier posibilidad de ceder territorio como condición para poner fin a la guerra con Rusia. “Rusia tiene que perder la guerra contra Ucrania. No puede haber una congelación (de la línea del frente). No puede haber intercambio de territorio ucraniano o de soberanía”, afirmó Zelenski, enfatizando la intransigencia de Ucrania ante la agresión rusa.
El plan se discutirá en la reunión ministerial de la OTAN que tiene su sede en Bruselas, donde el secretario general del organismo, Mark Rutte, anunció que la propuesta de Zelenski figurará en la agenda. Ante esta situación, la diplomacia rusa acusó al mandatario ucraniano de incitar a un “conflicto directo” entre los países de la OTAN.
Entre las medidas propuestas, Zelenski sugirió el despliegue de medios de disuasión no nucleares en Ucrania, un aspecto que presentó en un “anexo secreto” enviado a los líderes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania. “Ucrania propone desplegar en su territorio un conjunto completo de medidas de disuasión estratégica no nucleares, que bastará para proteger a Ucrania de cualquier amenaza militar por parte de Rusia”, declaró.
Zelenski subrayó que la integración de Ucrania en el Tratado Atlántico es fundamental para la seguridad europea. “El primer punto es una invitación de la OTAN, ahora”, declaró el presidente europeo.
Mientras tanto, Rusia desestimó los planes ucranianos. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, insistió en que “el único plan de paz posible es que el régimen de Kiev entienda que su política carece de perspectiva”. Las tensiones continúan, con fuerzas rusas que han consolidado su control en varias localidades clave en el este de Ucrania.
Zelenski también busca recuperar terreno en la región este del país, aprovechando la ofensiva en Kursk, lanzada en agosto. La presión militar se intensifica, mientras Estados Unidos anunció un nuevo paquete de ayuda militar por 425 millones de dólares.