Un panel independiente solicitó una profunda reforma del Servicio Secreto de Estados Unidos, tras el atentado fallido contra el expresidente Donald Trump ocurrido en julio, en el marco de un mitin político en Butler, Pensilvania.
El ataque fue calificado como un “fracaso hitsórico” en términos de seguridad por los miembros del panel, que emitieron un informe de 52 páginas dirigido al secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas.
El informe señala que “el Servicio Secreto se volvió burocrático, complaciente y estático”, y subraya que existen “problemas sistémicos” que deben abordarse con urgencia. Los cuatro miembros del panel, conformado de manera bipartidista, coinciden en que la agencia requiere una reestructuración para poder cumplir su misión.
Entre sus recomendaciones, destacan la necesidad de reemplazar al equipo directivo por profesionales con experiencia externa al Servicio Secreto y enfocar los esfuerzos exclusivamente en la protección, dejando de lado la investigación de delitos financieros.
El incidente en cuestión ocurrió el pasado 13 de julio, cuando Thomas Crooks, abrió fuego desde una azotea, alcanzando a Trump en una oreja. En el ataque, una persona perdió la vida antes de que Crooks fuera abatido por un miembro del Servicio Secreto.
El suceso puso de manifiesto diversas fallas de seguridad, reconocidas incluso por la misma agencia. “El 13 de julio representa un fallo de seguridad histórico del Servicio Secreto”, se lee en el documento, que también critica la falta de “razonamiento” de los agentes.
El panel también subraya que no abordaron un segundo intento de asesinato contra Trump, que fue frustrado en septiembre mientras el expresidente se encontraba en uno de sus campos de golf.