Los Boston Celtics saldrán desde mañana a la caza de su segundo anillo consecutivo de la NBA, en una temporada con nuevos y antiguos aspirantes que verá a LeBron James compartir pista con su hijo Bronny en Los Angeles Lakers.
Ningún campeón de la NBA ha tenido éxito en la defensa del título desde los Golden State Warriors en 2018. Los Celtics de Jayson Tatum y Jaylen Brown no sólo quieren marcar un nuevo precedente sino también suceder a los alicaídos Warriors de Stephen Curry como la nueva dinastía de la NBA.
Para ello la franquicia de Boston ha mantenido el mismo núcleo alrededor de Tatum y Brown, dos compenetradas figuras de 26 y 27 años con mucho futuro por delante.
Tras 16 largos años sin títulos, los Celtics levantarán el martes ante los New York Knicks la bandera de su 18º anillo, con el que superaron a los Lakers como la franquicia más laureada.
Los Knicks, su primer rival, son precisamente uno de los equipos que más se han reforzado para destronar a la franquicia verde.
En un mercado de pocas operaciones, el equipo neoyorquino protagonizó el gran movimiento al hacerse con el pívot dominicano-estadounidense Karl-Anthony Towns, cuatro veces All-Star.
Towns, junto al también fichado Mikal Bridges, es la gran apuesta de una franquicia que lleva 24 años sin pisar unas Finales de la Conferencia Este.
En ese mismo sector, los Philadelphia 76ers firmaron al otro gran nombre del mercado, el veterano alero Paul George, para ayudar a Joel Embiid a competir por primera vez por el título.