La Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que Héctor Cuén, exrector de la Universidad de Sinaloa, sí fue asesinado en el mismo rancho donde fue secuestrado Ismael El Mayo Zambada, previo a ser llevado a los Estados Unidos de forma clandestina.
Con ello, la FGR confirmó lo dicho en una carta escrita por El Mayo y difundida en agosto pasado, ya preso en EU, en la que el capo desmintió la versión oficial y aseguró que el exrector fue asesinado en el mismo lugar donde fue secuestrado.
“Sé que la versión oficial que dan las autoridades del estado de Sinaloa es que Héctor Cuen fue tiroteado la noche del 25 de julio en una gasolinera por dos hombres en motocicleta que querían robar su camioneta. Eso no es lo que ocurrió. Lo mataron a la misma hora y en el mismo lugar donde me secuestraron”, reza el texto del narcotraficante.
A través de un comunicado, la FGR indicó que en el lugar se hallaron restos de sangre pertenecientes al exrector de la Universidad de Sinaloa, así como restos de Rodolfo Chaidez Mendoza, quien actualmente se encuentra desaparecido.
“En la finca ubicada en Huertos del Pedregal, Culiacán, fueron hallados indicios hemáticos que han sido determinados con toda precisión, por las unidades periciales federales, que corresponden al exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa; lo cual ratifica la información previamente obtenida, de que en el lugar del secuestro se encontraba dicha persona”, señaló la FGR en un comunicado.
Además de descalificar completamente el video del ataque a Héctor Cuén en una gasolinera y clasificarla como un “montaje”, también se obtuvo un video de lo confesado por el chofer del exrector, quien niega lo que él mismo había declarado previamente ante autoridades locales, respecto a diversos momentos de la desaparición y muerte de Cuén.
Fue la propia Fiscalía local la que difundió un video del supuesto atentado contra Cuén en una gasolinera.
Tras estos nuevos indicios en la investigación, la FGR reveló que ya se cuenta con una investigación en contra de policías, ministerios públicos, peritos y personal diverso de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa por su probable responsabilidad en el asesinato del exrector. /MARCO CLAR