El apagón afectó a la mayoría de la población cubana.
Foto: AFP | El apagón afectó a la mayoría de la población cubana.  

Cuba enfrentó en los últimos días una severa crisis energética causada por la caída de su sistema eléctrico nacional, luego de una avería en la principal termoeléctrica del país y la devastación provocada por el huracán Oscar.

Este huracán, que tocó tierra en la provincia de Guantánamo como categoría 1, dejó seis muertos y causó graves daños materiales antes de degradarse a tormenta tropical y abandonar la isla. 

El apagón afectó a la mayoría de la población cubana, interrumpiendo no solo la electricidad, sino también servicios esenciales como el agua, el gas y las telecomunicaciones. 

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Después de cuatro días de apagón total, el Ministerio de Energía y Minas informó que más del 70% de la población ya recuperó el servicio eléctrico.

A pesar de los esfuerzos para restablecer el suministro, aún persisten apagones intermitentes en varias regiones del país, afectando especialmente las áreas rurales.

El presidente Miguel Díaz Canel informó que, aunque una parte significativa de la población en La Habana recuperó el suministro, aún queda una parte del país sin electricidad. 

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Esta crisis llega en un contexto económico ya deteriorado, con escasez de alimentos y medicinas, inflación elevada, y apagones crónicos que han dificultado el desarrollo de las actividades productivas.

Cuba genera su electricidad principalmente a través de ocho termoeléctricas, muchas de ellas en estado de desgaste, lo que  provocó constantes averías y mantenimientos. 

Para complementar el sistema, el gobierno también recurre a plantas flotantes arrendadas a empresas turcas y grupos electrógenos. Sin embargo, la situación de crisis puso de relieve la fragilidad del sistema energético cubano, que lucha por satisfacer la demanda de la población.

Las autoridades cubanas prometieron que el servicio eléctrico será restablecido por completo en los próximos días, con la esperanza de devolver la normalidad a una nación que enfrenta uno de sus momentos más críticos en décadas.

LM