Estados Unidos expresó su compromiso para poner fin al conflicto entre Israel y Hezbolá “lo antes posible”, subrayando la necesidad de implementar la resolución 1701 de la ONU. Esta resolución, que puso fin a la guerra de 2006 entre ambos actores, exige la retirada de Hezbolá del sur de Líbano, donde la violencia ya cobró más de 1,470 vidas en las últimas semanas.
Amos Hochstein, enviado especial de EU, se reunió en Beirut con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, para buscar soluciones al conflicto que se intensificó tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, que dejó 1,206 muertos en el territorio de Israel.
Hochstein rechazó la vinculación del futuro de Líbano a otros conflictos regionales y enfatizó que la resolución 1701 debe ser la base para un nuevo alto el fuego. No obstante, el grupo islamista Hezbolá sigue operando en el sur de Líbano con constantes ataques transfronterizos.
Mientras tanto, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, iniciará una nueva gira en Oriente Medio para intentar reactivar las negociaciones y evitar una mayor escalada del conflicto.