Un ataque terrorista contra la sede de Industrias Aeroespaciales Turcas (TUSAS) a unos 40 kilómetros de la capital turca, Ankara, dejó cinco muertos y 22 heridos.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, confirmó que dos atacantes, un hombre y una mujer, fueron abatidos durante el asalto. Entre las víctimas fatales se encuentra un taxista que transportó a los agresores, mientras que los otros fallecidos eran empleados de TUSAS.
Yerlikaya condenó el atentado y lo vinculó al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). Las autoridades, en respuesta, lanzaron bombardeos aéreos que destruyeron 32 objetivos del PKK en Irak y Siria.
La cadena de televisión NTV dijo que se trató de un ataque suicida e indicó que un “grupo de terroristas” irrumpió frente al edificio y uno de ellos se hizo “estallar”. Tras la explosión, hubo una balacera durante más de una hora.
El ministro de Defensa, Yasar Guler, respaldó la acusación al PKK, que lleva a cabo una insurgencia contra el gobierno turco desde 1984, y prometió que se dará castigo a los responsables. Según reportes, el ataque se produjo tras una serie de incidentes violentos en la región, lo que generó preocupación sobre la seguridad nacional.
Por su parte, el presidente Recep Tayyip Erdoğan reafirmó su compromiso de combatir el terrorismo, mientras que la OTAN y Rusia expresaron su apoyo a Turquía.