El COI pidió disculpas a Corea del Sur por confundirlos con Corea del Norte, durante la ceremonia de apertura de París 2024.
 

Esta semana, Corea del Sur anunció que considera proporcionar armas letales a Ucrania, tanto defensivas como ofensivas, tras la creciente evidencia de la participación militar norcoreana a favor de Rusia, especialmente de cara a las campañas de otoño e invierno.

Informes de inteligencia recientes, incluidos los del Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur (NIS), han revelado que Pionyang ya ha desplegado 1,500 tropas de fuerzas especiales en Vladivostok, una ciudad portuaria cercana a China y Corea del Norte, y se espera que se unan miles más.

Esta revelación, respaldada por imágenes satelitales que evidencian a soldados norcoreanos abordando buques militares rusos, ha suscitado preocupaciones en la comunidad internacional. Además, a mediados de octubre, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, confirmó que personal norcoreano ya se encontraba en el territorio ucraniano, apoyando a las fuerzas rusas en regiones como Donetsk, y que varios oficiales norcoreanos habían muerto debido a ataques de misiles.

El gobierno surcoreano ha reaccionado con firmeza, condenando las acciones de Pionyang como una “grave amenaza a la seguridad”. En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional convocada en Seúl se discutieron una serie de contramedidas, incluida la posibilidad de suministrar directamente a Ucrania armas defensivas y ofensivas.

Hasta ahora, Seúl se había abstenido de enviar armas, ofreciendo mayormente ayuda humanitaria y médica a Kiev. La situación se ve agravada por el pacto de defensa mutua firmado entre Corea del Norte y Rusia en junio, que estipula que ambos países se apoyarán en caso de un ataque. Por su parte, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha advertido de que la cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia podría desestabilizar gravemente la península de Corea.

Las preocupaciones van más allá de la amenaza inmediata que plantean las tropas norcoreanas en Ucrania, ya que analistas especulan que Rusia podría intercambiar equipos militares sofisticados e inteligencia con Pionyang, impulsando sus programas de armas nucleares y misiles.

Las reacciones internacionales han sido rápidas. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anunció que expertos surcoreanos informarán pronto a los embajadores de la OTAN en Bruselas sobre las acciones militares de Pionyang.

Para Corea del Sur, mucho está en juego. Una medida para armar a Ucrania representaría un cambio de política significativo y podría provocar respuestas enérgicas tanto de Moscú como de Pionyang.