El delito de extorsión aumentó en al menos 19 municipios de la zona oriente del Estado de México, entre los que destacan Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, La Paz, Chalco, Chicoloapan, Ixtapaluca y Valle de Chalco, donde organizaciones criminales ven a las tortillerías y propietarios de molinos de masa, como sus principales “clientes”.
Sergio Jarquín, presidente de la Unión Nacional de Molinos y de Tortillerías, lamentó que por este delito al menos en este año han tenido que cerrar unos 20 establecimientos cuyos propietarios ya no pueden pagar “una renta a las organizaciones delictivas”.
El dueño de la cadena de tortillerias La Campesina, Juan Manuel Hernández, declaró que él ha tenido que bajar la cortina en varios de sus establecimientos ubicados en Valle de Chalco y Chimalhuacán, donde incluso grupos delictivos se han hecho pasar el Cártel de Tláhuac, el Jalisco Nueva Generación o La Familia Michacana.
Son cuotas que ascienden hasta los 500 pesos mensuales dentro de los mercados, pero afuera la cuota aumenta, porque ahí la tarifa llega a los 5 mil pesos y a veces hasta los 7 mil pesos, denuncia el comerciante.
TAMBIÉN HAY IMITADORES, ALERTAN
La mayoría de los grupos que han sido detenidos por las denuncias presentadas sólo son falsas células de cárteles, aunque si cobran también una extorsión, señalaron.
Estos grupos criminales se juntan, se ponen de acuerdo y amenazan y atentan contra la vida de los locatarios cuando no pagan, dijo Juan Manuel Hernández.
Aunque las autoridades mexiquenses, recientemente dijeron que este delito iba a la baja, la realidad es que no es así, aclaró.
Ellos traen “sus números alegres”, pero nosotros somos los que sufrimos día tras día la extorsión.
Se puede decir, precisó, que al menos en este año aumentó este ilícito en la zona oriente del Estado de México e incluso en toda la entidad, porque los grupos se han multiplicado, ya que no necesariamente pertenecen a un cártel conocido de la delincuencia organizada, sino simplemento son extorsionadores.