Mientras Donald Trump intenta captar el apoyo de la comunidad latina en su búsqueda por la reelección, el comediante estadounidense Tony Hinchcliffe, quien se presentó como uno de los primeros oradores en el cierre de campaña republicano en el Madison Square Garden, generó controversia al realizar chistes ofensivos sobre los latinos y Puerto Rico, los cuales desataron críticas incluso entre algunos republicanos.
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Durante su actuación, Hinchcliffe hizo comentarios despectivos, insinuando que los latinos tienen muchos hijos de manera grosera. Su comentario sobre Puerto Rico, al referirse a la isla como una “isla flotante de basura”, provocó abucheos y aplausos entre la audiencia.
A medida que el mitin avanzaba, otros oradores también expresaron comentarios denigrantes. Entre ellos, el presentador de radio Sid Rosenberg y el partidario David Rem, quienes hicieron observaciones vulgares sobre figuras políticas demócratas. En este entorno, el respaldo a la comunidad puertorriqueña se volvió crucial, dado que Pensilvania, donde se llevó a cabo el evento, alberga una significativa diáspora puertorriqueña.
La campaña de Trump no ha emitido declaraciones sobre los comentarios de Hinchcliffe. Sin embargo, la representante de ascendencia puertorriqueña Alexandria Ocasio-Cortez y el gobernador de Minnesota y compañero de Kamala Harris, Tim Walz, respondieron enérgicamente a las declaraciones del comediante. Walz enfatizó que los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses que han servido en el ejército, criticando además la falta de apoyo de Trump tras el huracán María.
Desde el ámbito republicano, figuras como la representante María Elvira Salazar y el senador Rick Scott también condenaron los comentarios de Hinchcliffe, señalando que no reflejan los valores del partido.
ART
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