La comisión papal del Vaticano instó a la Iglesia Católica a facilitar la destitución de sacerdotes que hayan abusado de niños y niñas, además de garantizar a las víctimas un “acceso a la verdad”.
En un informe global de 50 páginas, la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, identificó ciertas deficiencias en la protección infantil y propuso políticas para salvaguardar a niños y adultos vulnerables.
Sean O’Malley, cardenal y líder de la comisión, destacó que la Iglesia está emergiendo de un “período oscuro”, donde sus líderes “fallaron trágicamente a aquellos que estamos llamados a pastorear”.
Dentro del informe, también se detalló el impacto global de dichos escándalos al señalar las críticas hacia la comisión y la renuncia de algunos de sus miembros por frustraciones internas.
Juan Carlos Cruz, miembro de la comisión y víctima de abusos, destacó la importancia del informe y lamentó la situación de “aquellos que trágicamente no están con nosotros hoy”.
“Muchos se han suicidado o han dejado este mundo sin ninguna esperanza. Para ellos este día es importante”, agregó Cruz.
Finalmente, el organismo pidió responsabilidades más claras entre los departamentos del Vaticano y un procedimiento eficiente para la renuncia o destitución de sacerdotes para agilizar el proceso de destitución.