Si bien al inicio de la construcción del Tren Maya, en marzo de 2021, faltaron estudios detallados y planificación adecuada debido al tipo de suelo kárstico de la región, especialmente en el tramo 5 sur que conecta Playa del Carmen con Tulum, actualmente se realizan las revisiones técnicas en los puntos más críticos del proyecto para asegurar la estabilidad y seguridad estructural de la obra, aseguró Ítalo Béder Hernández Serrano, presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural (SMIE) en Quintana Roo.
Sin embargo, explicó que la rapidez en la ejecución del proyecto ha llevado a que ciertos aspectos técnicos esenciales no se abordaran desde el inicio, a pesar de su importancia para una obra de esta magnitud.
Mencionó entre las preocupaciones, que no se realizaron estudios especializados en áreas como mecánica de suelos, ecología e ingeniería estructural durante las etapas iniciales, lo que ha generado la necesidad de evaluaciones complementarias.
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Informó que tienen conocimiento de que algunos de estos estudios ya han sido completados, pero lamentó que la información esté tan limitada y no se haya compartido con las asociaciones locales que tienen experiencia en el manejo del suelo kárstico, predominante en la región.
Además, Hernández Serrano destacó que los especialistas en ingeniería de la zona no fueron convocados para participar en la planeación desde el prinicipio, a pesar de la relevancia de su conocimiento sobre este tipo de terreno. Esta falta de colaboración ha suscitado dentro del sector local preocupaciones sobre la viabilidad y seguridad a largo plazo del proyecto.
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EXPERTOS, OPTIMISTAS
En vista de esta situación, la SMIE sólo espera poder colaborar en futuras obras federales, con el fin de contribuir a una infraestructura más sólida y adecuada para la región. Esto implicaría el uso de técnicas de cimentación específicas y adaptadas al suelo local, lo que podría prevenir problemas legales y estructurales en el futuro.
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El tramo 5 del Tren Maya ha sido objeto de críticas y denuncias relacionadas con problemas legales y estructurales. Organizaciones ambientalistas y comunidades locales han expresado su preocupación por el impacto ambiental de la obra y la falta de consulta adecuada.
Además, se han señalado irregularidades en los procesos de permisos y en la gestión de los recursos destinados al proyecto, lo que ha generado incertidumbre en torno a su ejecución y sostenibilidad.