Con la renuncia de ocho ministros a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, incluida la dimisión de Norma Piña como presidenta de ese órgano, empezó ya la pugna al interior de los grupos morenistas por la designación de quien encabezará el máximo tribunal del país; cada uno con su candidata, porque son mujeres las aspirantes más visibles y más activas a ese cargo.
Los grupos más radicales dentro de la llamada Cuarta Transformación impulsan a Lenia Batres Guadarrama como la próxima presidenta, esto incluso con el visto bueno del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
El problema que ven algunos es que la llamada “ministra del pueblo” ha demostrado en múltiples ocasiones que todavía está en el proceso de la “curva de aprendizaje”, citando sus propias declaraciones.
Además, es cierto que sus desatinos en las sesiones han sido magnificados en las redes sociales, lo que, incluso, la llevó a pedir que se denuncien las cuentas de X que difunden sus errores.
Hay otro grupo, el más conservador dentro de Regeneración Nacional, que impulsa a Loretta Ortiz Ahlf para ese encargo. Su principal impedimento, dicen otras voces en ese movimiento, sería precisamente su muy marcada formación religiosa.
Incluso fue ella quien, como coordinadora del Proceso de Pacificación y Reconciliación propuesto al inicio del gobierno de López Obrador, aseguró que el Papa se incorporaría a los llamados foros por la paz, una ministra muy conservadora como para ser encumbrada como presidenta de la Corte por un movimiento que se dice progresista, aunque muchas de sus decisiones se alejan de esa autodefinición.
Por último, hay otro sector del morenismo que promueve a Yasmín Esquivel Mossa como la próxima presidenta de la SCJN. Incluso dicen que ese nombramiento contaría con el visto bueno de algunos de los salientes ministros, como Juan Luis González Alcántara.
El problema de la ministra es que todavía no han quedado superadas las acusaciones del supuesto plagio de su tesis, que ella insiste en que se trata de una campaña que se orquestó y que buscó, desde un inicio, descarrilar lo que en un momento se observó como su llegada al cargo que ahora buscará.
Lo que sí han acordado entre morenistas es que la titularidad de la Corte tendrá que quedar entre alguno de sus afines, o que al menos, tenga una visión congruente con la que el grupo en el poder tiene de lo que debe ser la justicia, pues resulta impensable dejar pasar a alguien que no haya demostrado de alguna forma lealtad con el movimiento “del pueblo”, esto para evitar repetir discusiones como la que transcurrió este mismo martes sobre la revisión de la reforma judicial.
#LoboSapiensSapiens
Se alejan de la licitación
Desde el interior del Gobierno de la CDMX se observa que, después de que se dio la luz verde a la compra de vales de fin de año para los 3 mil trabajadores, un contrato nada despreciable de alrededor de 3 mil 800 millones de pesos, podría darse paso a la adjudicación directa en lugar de la licitación, método de compra adecuado si se toma en cuenta el tamaño del desembolso. Hay que estar atentos a la decisión que se tomará en la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales, a cargo de José Joaquín Almaraz Balderas…
@chimalhuacano